Quilmes sigue escribiendo su propia historia y se metió en semifinales de la Liga Sudamericana. Este viernes cumplió, ganando su último partido de la zona ante Osorno, el elenco más débil de la zona, con una victoria de punta a punta por 101-78. Con este triunfo, el equipo de Javier Bianchelli consiguió su ansiado boleto a la próxima instancia del torneo sin importar lo que ocurra con el duelo Pinheiros-Aguada a continuación, ya que independientemente de lo ocurra en el segundo turno terminará dentro de los dos primeros del Grupo B y eso lo pone en la próxima fase.
El Cervecero tuvo puntos altísimos en su victoria, aunque el endeble rival también permitió que se desarrolle un partido que se quebró demasiado pronto. Eric Flor (21 puntos y 4 asistencias), Enzo Ruiz (22 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias) y Ricky Sánchez (15 tantos) fueron los máximos exponentes del equipo marplatense, donde también hay que destacar el muy buen trabajo que viene haciendo Iván Basualdo.
La diferencia de niveles se hizo sentir en el primer cuarto. El arsenal goleador de Quilmes rompió cualquier tipo de barrera que trató de ponerle Osorno, con un 9-0 desde el inicio y ante un rival que estuvo casi tres minutos sin anotar. Sánchez y Basualdo no tuvieron oposiciones en el juego interior, mientras que Flor tuvo muchísimas libertades y su velocidad de rompimiento fue un problema sin solución para los chilenos. En siete minutos de partido ya le había sacado un +15 (27-12), para luego terminar de florearse con un 35-19 en el cierre del primer episodio y enviando un claro mensaje.
Quilmes sabía que tenía que ganar para pasar de ronda sin depender de nadie, aunque de todas formas la gran brecha de diferencia que sacó en el primer cuarto le sirvió para bajar un poco la intensidad defensiva en el siguiente periodo. Osorno tuvo variantes y pegó, sobre todo con el trabajo del interminable Terrell Taylor, pero la realidad es que el elenco trasandino estuvo muy lejos de incomodar a un Quilmes sólido, que al goleo de Flor y los rebotes de Basualdo se sumó la mano de seda de Ruiz. Al descanso largo la historia pasó a ser de 59-41.
Lejos de haber una reacción chilena, Quilmes volvió a dominar en el reinicio de las acciones y todo se liquidó en ese entonces. El parcial de 24 a 12 no solamente dejó en evidencia la abismal diferencia de rendimientos, sino que además demostró a un elenco argentino lleno de voracidad y sabiendo que no podía darse el lujo de relajarse, tal vez no tanto por la peligrosidad del rival sino por el carácter propio que tiene este equipo. Entró al último periodo con todo definido, arriba por 83-53 y unos treinta puntos de diferencia que fueron irreversibles. El último cuarto sobró, aunque Bianchelli aprovechó para poner a varios pibes en cancha.
De esta forma, Quilmes se ha clasificado a semifinales de la Sudamericana y espera su posición final para saber si entra como primero o segundo del grupo. La posición final en el grupo tiene importancia, porque esto marcará cuáles serán sus rivales en la siguiente instancia donde ya están clasificados Flamengo y Cimarrones.