Sabemos que el “día de la madre” debe celebrarse todos los días del año. Tenemos bien en claro que el “día de la madre” es mucho más que algo comercial y una explosión de la sociedad de consumo. Desde nuestra fe cristiana católica queremos celebrar este día como Dios nos enseña en su Palabra: en clave “eucarística”, es decir “dando gracias”.
Por eso:
¡Damos gracias a Dios por el don de la presencia maternal de corazón de tantas mujeres a lo largo de nuestra vida personal, familiar, comunitaria y social!
¡Damos gracias a cada una de ustedes, queridas madres, por su presencia fecunda y delicada en la que día a día entregan afecto y ternura, muchas veces en situaciones complejas y contextos muy difíciles!
Que el Dios Uno y Trino, por la intercesión de la Santísima Virgen María, nuestra Madre, hoy y siempre las consuele, fortaleza y acompañe.
Con mi afecto y bendición de padre, hermano y amigo.
+ Gabriel Mestre
Obispo de Mar del Plata