“Los vecinos de José Hernández siguen esperando. Sin luces y con las calles prácticamente intransitables, aún la Municipalidad no dio respuestas al viejo anhelo de que ingrese el colectivo. Hace seis meses, cuando el reclamo de la gente tomaba estado público, desde la Dirección de Transporte hubo un compromiso de solución que nunca llegó”, cuestionó Viviana Roca, referente de la Agrupación Construcción Colectiva para la Justicia Social.
La ex concejal viene trabajando junto con los vecinos del barrio desde hace tiempo atrás. A principios de mayo del año pasado se realizó una jornada solidaria denominada Luz, Color, Acción!, que logró dar visibilidad a un barrio postergado por los diferentes gobiernos comunales. Allí los vecinos, del sector que corresponde al plan de viviendas Procasa, hablaron de la necesidad de que el colectivo ingrese al barrio, de la falta de agua corriente, cloacas y agua.
El reclamo por la falta de colectivo volvió a instalarse públicamente sobre fines de julio.“Tenemos 11 cuadras hasta el primer micro. No tenemos casi veredas, ni tenemos iluminación en la calle Magallanes”, relataba la presidenta de la sociedad de fomento, Clotilde Pirusanto.Tanto la fomentista como la ex concejal relataban entonces las gestiones realizadas ante el Concejo Deliberante, empresarios del transporte y funcionarios de la secretaría de Gobierno y de Transporte del Municipio.
“El cuerpo deliberativo ya aprobó por unanimidad la comunicación pertinente y solicitó al Ejecutivo la modificación del recorrido de la línea 572. Ahora es el gobierno de Gustavo Pulti el encargado de dar cumplimiento a lo solicitado”, sostenía Viviana Roca.
Un día después la Municipalidad emitió un comunicado en respuesta a la nota emitida por la Agrupación, donde daba cuenta que el área de Transporte estaba trabajando en un proyecto junto al área de Ingeniería de Tránsito. “El reclamo de los vecinos es legítimo y se ha puesto el esfuerzo en llevar una solución en el más corto plazo posible”, concluía el escrito oficial.
“Vemos con preocupación que la Comuna da respuestas espasmódicas cuando los vecinos alzan su voz, y ni siquiera es capaz de cumplir con los compromisos que asume. Pasaron ya seis meses de aquella situación y las soluciones nunca llegaron. Las calles siguen intransitables y el colectivo continúa sin pasar”, sostuvo la ex concejal del Frente Nacional y Popular.
En el mismo sentido se expresó Pirusanto: “Los funcionarios siguen sin acercarse al barrio, sin darnos las soluciones que nos prometieron. Las arterias del barrio están totalmente destrozadas y luces no tenemos. En el sector de adelante del barrio hicieron las cloacas, pero nos dejaron las calles destruidas”, manifestó e insistió en la necesidad de que ingrese la línea 572.
Hoy son más de 200 familias, que habitan en el viejo complejo del plan Procasa, las que mantienen la ilusión de resolver un anhelado reclamo del micro cerca de sus casas. “Está en manos del intendente Pulti dar una respuesta a los vecinos, dado que el expediente para modificar el recorrido del micro ya fue tratado y aprobado por el Concejo Deliberante”, recordó Roca.
El barrio está situado en la periferia de Mar del Plata. Sobre Magallanes y unas doce cuadras más allá de la calle 180 se alzan ocho manzanas. Allí se construyó el primero y único plan de viviendas municipal, el Procasa I y II, hace unos 20 años. Los terrenos, donados por Domingo Errecaborde, nunca fueron subdivididos y por tal razón nunca llegaron a la zona servicios básicos como el agua corriente, cloacas y gas.