Por Maximiliano Abad
Concejal UCR
Los resultados de las primarias del pasado domingo en nuestra ciudad brindan a los dirigentes políticos una serie de datos que es de suma relevancia analizar, de cara a las elecciones generales de octubre. En primer lugar, estamos frente a un escenario más equilibrado en cuanto a liderazgos políticos: el electorado decidió no renovar, en las primarias, su apoyo a una mayoría automática que le quitaba la esencia democrática al Concejo Deliberante.
En segundo lugar, la significativa pérdida de votos en una lista oficialista que no competía en una elección interna, a diferencia del ejercicio republicano del Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS), tiene que interpretarse como un llamado de atención a un modo de hacer política: la falta de diálogo, la imposición numérica, el discurso vacío de ideas de fondo ha visto su límite el domingo.
En tercer lugar, quedó de manifiesto que todas las fuerzas políticas repartieron su cuota de representación y el camino se abre hacia octubre como una verdadera manifestación democrática: se alzará con más votos quien sepa interpretar lo que la gente votó el domingo. En mi opinión personal, y en la del FPCyS que integra la UCR, el socialismo, el GEN y otras fuerzas políticas, lo que se busca es un cambio de estilo, se busca que se resuelvan los problemas de las personas, sin tanto gesto comunicacional, sin anuncios. Se busca el regreso de la política.
Vilma representó, con su abrumador triunfo en la interna, y su notable elección general, que el liderazgo que la gente está buscando se basa en principios como el trabajo, las ideas que se presentan y se debaten sin miedo a la discusión, la trayectoria y la no confrontación. Eso hizo Vilma en esta campaña, y lo demostraron los integrantes de las otras listas del Frente que se sumaron al trabajo para fortalecer esta propuesta en la que la gente confió.
Por eso, debemos leer los datos que muestran las urnas. Un modelo de comportamiento político se agota y se va resquebrajando de a poco, otros suman energía, fortaleza y futuro. Eso es lo que quedó claro en esta elección, es lo que representa el FPCyS para octubre y es la fuerza que ya no se puede frenar.