El popular conductor de televisión, Marcelo Tinelli, sorprendió al realizar un “apriete” en vivo luego de las críticas que recibió Showmatch por parte del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán.
“El ministro de Salud seguramente se preocupa por esta imagen pero por ahí también, ¿te acordás que fue el ministro procesado que había metido unas licitaciones, que tenía unos kits medios truchos en el 2016?”, atacó el conductor de televisión.
“Daniel Gollán se llama, ¿no? ¿el ministro de Kicillof? Hay que ver el juicio con Gollán donde está, lo debe tener la Justicia. Pero eso no era mala imagen, ministro, por ahí era mala imagen esto”, concluyó el apriete.
El procesamiento al que hacía referencia Tinelli es la causa que el ex viceministro de Salud de la Nación tiene por el Plan Qunita, un kit de elementos e insumos para otorgar a mujeres titulares de la Asignación por Embarazo para la Protección Social,
Para el plan se invirtieron $1.000 millones en el año 2014, a razón de $7.784 por kit. La intención era entregar alrededor de 150.000 kits, pero por el cambio de Gobierno en 2015 sólo se llegaron a entregar 40.000, y los demás quedaron derrumbados en un depósito.
Entonces, la legisladora de Juntos por el Cambio, Graciela Ocaña, denunció a los funcionarios del Ministerio de Salud durante el lanzamiento del plan: Juan Manzur, Daniel Gollán y Nicolás Kreplak, entre otros, a quienes acusó de “sobreprecios”. Según Ocaña, el kit Qunita se podía comprar a $4.200. Además, denunciaron que eran defecutosos, y ponían en riesgo la vida del bebé.
Por su proyecto, la UBA lo reconoció con un Diploma de Reconocimiento Post Mortem “en razón de su inquietud social y en la búsqueda de poner el conocimiento adquirido al servicio de la población”.
El diseño del moisés -que luego por el nombre del plan fue malinterpretado como una cuna-, “estaba súper bien hecho” según dijo en el diario Clarín quien era entonces la directora de la carrera de Diseño Industrial de la Facultad de Diseño de la UBA, Anabella Rondina.
La idea de Santiago Ares era tan buena, que otros países también la implementaron: Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Sudáfrica y Finlandia desarrollaron proyectos similares para evitar la muerte por asfixia en bebés recién nacidos que, por falta de recursos, dormían en la cama de sus padres.
Lamentablemente la grieta política y el interés partidario una vez más se entrometió y destrozó un plan que estaba bien pensado, bien desarrollado, y que apuntaba a mejorar la vida de sectores vulnerables a quienes, además, no les brindó ninguna alternativa superadora.