Tras el pedido del presidente Alberto Fernández para que se diera a conocer la posición del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el préstamo más grande de su historia, otorgado al entonces gobierno de Mauricio Macri en 2018, ayer el organismo de crédito difundió la evaluación de rutina realizada y el posicionamiento de su directorio ejecutivo.
Tras el pedido del presidente Alberto Fernández para que se diera a conocer la posición del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el préstamo más grande de su historia, otorgado al entonces gobierno de Mauricio Macri en 2018, este miércoles el organismo de crédito difundió la evaluación de rutina realizada y el posicionamiento de su directorio ejecutivo.
“Washington, DC : El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) se reunió hoy para discutir la Evaluación Ex-Post (EPE) del Acceso Excepcional de Argentina bajo el Acuerdo Stand-By de 2018.
Se requiere una evaluación ex post en todos los casos de préstamos del FMI por encima de los límites normales de endeudamiento para revisar el desempeño con respecto a los objetivos originales del programa, discutir si el diseño del programa fue apropiado y evaluar si el programa fue consistente con las políticas del Fondo. Esta EPE revisa la experiencia bajo el programa de Argentina, respaldado por el Acuerdo Stand-By, y cubre el período de junio de 2018 a agosto de 2019. Examina las debilidades y vulnerabilidades de la economía argentina, los objetivos y políticas del programa, el saldo de financiamiento y ajuste, y las justificaciones para un acceso excepcional al financiamiento del FMI por parte de Argentina. La EPE también incluye un apéndice que expone la reacción de las autoridades al informe y las opiniones sobre el Acuerdo Stand-By de 2018.
A principios de 2018, Argentina, al igual que otras economías de mercados emergentes, atravesaba por difíciles condiciones de financiación externa. El gobierno anunció en mayo de 2018 que buscaría un acuerdo con el FMI. En apoyo de un programa económico, la Junta Ejecutiva aprobó en junio de 2018 el acuerdo de reserva más grande en la historia del Fondo. Después de un aumento en octubre de 2018, el acceso bajo el acuerdo ascendió a US $ 57 mil millones (1.227 por ciento de la cuota del FMI de Argentina).
El programa tenía como objetivo restablecer la confianza, reducir la balanza de pagos y los desequilibrios fiscales y reducir la inflación. El restablecimiento de la confianza, a su vez, daría tiempo a las autoridades para volver a abordar los desafíos a más largo plazo que enfrenta la economía argentina. La estrategia, respaldada por el gran apoyo financiero del Fondo, se centró en el endurecimiento fiscal y monetario, combinado con reformas estructurales específicas, para catalizar nuevas entradas de capital. El programa también incluyó medidas específicas para apoyar a los segmentos vulnerables de la población y abordar la desigualdad de género.
El informe de evaluación ex post concluye que se cumplieron las políticas y los procedimientos pertinentes del Fondo, incluidos los relacionados con la financiación, las salvaguardias y el diseño de programas. El informe también concluye que el programa no cumplió con sus objetivos, a pesar de las importantes modificaciones de las políticas económicas. El aumento de los reembolsos, junto con la fuga de capitales de los residentes, ejerció una presión considerable sobre el tipo de cambio. A pesar de las intervenciones cambiarias más allá de las disposiciones del programa, el tipo de cambio siguió depreciándose, aumentando la inflación y el valor en pesos de la deuda pública, y debilitando los ingresos reales, especialmente de los pobres. En resumen, el informe concluye que el programa no cumplió con los objetivos de restaurar la confianza en la viabilidad fiscal y externa y, al mismo tiempo, propiciar el crecimiento económico. El programa salió de su curso en agosto de 2019 y la Junta Ejecutiva solo completó cuatro de las doce revisiones previstas. Las autoridades decidieron cancelar el acuerdo el 24 de julio de 2020.
Evaluación de la Junta Ejecutiva [1]
Los Directores Ejecutivos acogieron con beneplácito la evaluación ex post (EPE) integral del acceso excepcional al financiamiento del Fondo en el marco del Acuerdo Stand-By (SBA) de 2018 con Argentina. Si bien la EPE extrae una serie de lecciones importantes, señalaron que varias de ellas no son nuevas. De cara al futuro, los directores enfatizaron que los hallazgos de la EPE deberían informar las discusiones en curso sobre un posible programa de seguimiento con Argentina.
Los directores lamentaron que el programa de 2018 no cumpliera sus objetivos de restaurar la confianza del mercado, reducir los desequilibrios externos y fiscales, reducir la inflación y proteger a los segmentos más vulnerables de la población. Consideraron que la estrategia y la condicionalidad del programa no eran lo suficientemente sólidas para abordar los problemas estructurales profundamente arraigados de Argentina, incluidas las frágiles finanzas públicas, la dolarización, la alta inflación, la débil transmisión de la política monetaria, un sector financiero interno pequeño y una base exportadora estrecha.
Los directores señalaron que las líneas rojas del gobierno de entonces sobre ciertas políticas pueden haber descartado medidas potencialmente críticas para el programa. Entre esas medidas se encuentran una operación de deuda y el uso de medidas de gestión de flujos de capital. Sin embargo, varios directores cuestionaron la viabilidad de implementar estas medidas cuando un objetivo clave del programa era restaurar la confianza del mercado. Los directores reconocieron que el énfasis en la propiedad del gobierno también puede haber llevado a pronósticos demasiado optimistas, lo que debilitó la solidez del programa.
Los directores señalaron que la SBA ha creado riesgos financieros y de reputación sustanciales para el Fondo. La mayoría de los Directores coincidieron en que acordar con las autoridades por adelantado los planes de contingencia podría haber reducido los riesgos para el programa y el Fondo, pero algunos Directores señalaron las dificultades de manejar dichos planes en la práctica dada la sensibilidad del mercado. Los directores enfatizaron que una mejor comunicación por parte de las autoridades podría haber impulsado el efecto catalizador del programa. También subrayaron que una mayor distribución de la carga con otros acreedores oficiales habría proporcionado financiación adicional y señaló un apoyo más amplio de la comunidad internacional, lo que podría haber reforzado la confianza.
Los directores en general estuvieron de acuerdo en que la SBA era consistente con las políticas y procedimientos del Fondo, pero reconocieron que la aplicación de algunas de estas políticas implicaba un juicio considerable. Sin embargo, algunos directores cuestionaron esa coherencia. Si bien se siguieron los procedimientos estándar para evaluar los riesgos para el Fondo, los Directores consideraron que los riesgos más amplios podrían haber aparecido de manera más prominente, y el Directorio podría haber estado involucrado antes y más profundamente en el proceso. Muchos Directores consideraron que una evaluación de la SBA 2018 con Argentina por parte de la Oficina de Evaluación Independiente podría complementar los hallazgos de EPE. Si bien se siguió el Marco de acceso excepcional revisado, señalaron que la aplicación de los criterios sobre sostenibilidad de la deuda, acceso a los mercados,
Los directores destacaron varias lecciones para los programas respaldados por el Fondo. Primero, es esencial que incorporen supuestos realistas. En segundo lugar, los programas deben adaptarse a las circunstancias del país, incluidas las consideraciones de economía política, lo que podría implicar el uso de medidas no convencionales si es poco probable que las políticas macroeconómicas estándar funcionen. En tercer lugar, el análisis de los riesgos que subyacen a los juicios clave realizados al aplicar el Marco de acceso excepcional debe presentarse claramente y comunicarse a la Junta. En cuarto lugar, la apropiación, que debe entenderse en un sentido social más amplio, no debe impedir una evaluación sincera de posibles mejores opciones de políticas y resultados de programas. Quinto, La comunicación externa eficaz es esencial para asegurar la aceptación adecuada en los diferentes niveles y el efecto catalítico deseado. Por último, se necesita un reparto adecuado de la carga al celebrar acuerdos de acceso excepcionales”.
Fuente: Fondo Monetario Internacional