Ni el agujero negro del déficit municipal del cierre del ejercicio 2009, como tampoco más turbulencias por la inseguridad que sufre la ciudad, son ajenos al modelo al que se abrazó con entusiasmo juvenil el intendente Gustavo Pulti. Los números fueron “tocados”, el maquillaje que usa Moreno disimula las arrugas, pero no tapa los pozos.
Así son las arengas a sus concejales y miembros de su gabinete, a quienes reunió en el primer día hábil desde su regreso de Panamá y Cuba. Pidió ideas nuevas y acentuar los esfuerzos en la política social, en una ciudad que tiene cada vez mayor demanda en ese sentido, frente al crecimiento de la pobreza y la indigencia.
La estadística no miente. Varios días en la semana, se debe cerrar el tránsito en Yrigoyen al 1.600, o un corte de avenida Luro. Por otra parte, todavía no se han mensurado debidamente, las movilizaciones que se producen tras asesinatos de vecinos y comerciantes. Algún día no serán frente a la Catedral o la Jefatura Departamental, se buscará a un responsable político.
El Mar Caribe para el relax, no tiene las aguas frías del Atlántico Sur, no es bueno quedar a la intemperie en estas latitudes. Cada vez puede observarse con mayor intensidad, que en la proyección habrá convulsiones. No es un mar de aceite el tránsito del gobierno municipal, en política no se respeta la fila india.
No se sabe si el coraje del intendente, o los condicionamientos, vuelven más o menos falible al contador Gustavo Pulti. Ha demostrado su fuste y su audacia, pero no todo lo que reluce es oro, hay dificultades, muchas de ellas demasiado serias.
Además políticamente, aparece cada vez más enredado y atado con el destino del matrimonio presidencial. A la hora de las demostraciones, es el primer soldado en la fila, dispuesto a cualquier sacrificio. Recordar su rostro sonriente junto al ex presidente, tras una cena en la Quinta Presidencial de Olivos. Para la política no es una dato más “me sorprendieron junto a él” dijo el intendente “en el momento de sacar la foto”.
El martes en la Casa Rosada, fue el marco de otra foto importante. Esta vez en el despacho de CFK, donde se consolidó que el financiamiento del sistema educativo, será solventado por Nación y Provincia. Un gigantesco paso para descomprimir un ahogo financiero, pero esta vez en efectivo (de lo cual se sigue dudando mucho que se haya por decreto y no por ley) con recursos en metálico, no traducido en obras. Es más del lo mismo, del anuncio del 20 de mayo de 2009, cuando Acción Marplatense selló el acuerdo político con el Frente Para la Victoria, en la escuela del Barrio Centenario.
En Mar del Plata el intendente Pulti supera cómodamente el 60 % de imagen positiva y Néstor Kirchner está debajo del 30 %, otro tanto sucede en muchas ciudades del interior de la Provincia, con otros intendentes y el ex presidente, lo cual inquieta sobremanera. Ese lastre electoral puede ser un salvavidas de plomo, si se equivoca en la estrategia para el 2011.
Pero la historia continúa y los capítulos se suceden. Los levantiscos intendentes del GBA no saben cómo hacer, para no quedar pegados en una foto con Néstor Kirchner, hoy sólo los seduce su billetera, sin la cual no pueden pagar ni los sueldos. Ahora tras el triunfo de Altieri en Pinamar, se reflota una vieja fórmula que parece recobrar vigencia. Una liga de intendentes bonaerenses, que gozan del favor de la caja, pero que conservan su autonomía con votos, a la hora de manejar el poder local. Esta sería una forma de escaparle a la foto tan temida. Los híper kirchneristas, miran con recelo y muchísima desconfianza a Gustavo Pulti, no lo consideran dentro de sus códigos de lealtad política. Dicen saber que la afinidad es puramente coyuntural, y que en algún momento se lo harán saber.
Entre el ´91-´95, un vértice era Mario Roberto Russak, otro Blas Altieri (MUPP) y un tercero el extinto Juan José Zanatelli, varios años intendente de Tandil. Este exitoso laboratorio ya probado como partidos vecinales, en los que podría incluirse a Acción Marplatense, podría ser el atajo para escapar a la ira y el compromiso con los Kirchner. No hay que dejar de tener en cuenta, que todo este andamiaje contaría con el visto bueno (no blanqueado) de Daniel Scioli quien apuesta a ser un heredero del hombre que vino del Sur, según sea la variante llegado el momento. Scioli llegó, una hora antes del cierre de las urnas, al Hotel Del Bosque en Pinamar, para saludar a su candidato, en un gesto que apabulló al hoy convaleciente Alberto Balestrini.
El intendente Gustavo Pulti va moldeando su tercer año de mandato, sin sobresaltos que lo desacomoden. Le echó mano a una candidatura testimonial y a una lista espejo, no le hizo asco a nada, y políticamente se quedó con la sortija.
Pero en la mitad de la carrera hay algo que no comienza a cerrar, los banderilleros agitan el color amarillo, pero parece que es tarde para ensayar una maniobra defensiva. La confirmación de emitir alguna especie de bono, para contraer empréstito internacional (como lo adelantó mdphoy.com en forma exclusiva), es una señal que se contempla, pero de la cual se desconoce su alcance.
La ruta de Daniel Scioli es el Norte, por ahora el derrape es controlado, el intendente ha quedado inevitablemente encandilado. ¿Cuál es su autonomía de viaje? Mejor que no le falte nafta.
Jorge Elías Gómez
jgomez@mdphoy.com