Pulti piensa en un gabinete de crisis; ¿renuncias?

Se ha quedado sin intérpretes. Ya había sido traumática su llegada hasta el 27 de octubre. Pero tiene que barajar y dar de nuevo, todo dependerá de las negociaciones con otras fuerzas políticas. De cómo piense encarar el interregno que lo lleva al 10 de diciembre, y fundamentalmente, cómo hará para gobernar los dos años que restan hasta 2015.

El intendente ya ha comprendido que ahora no es concejal, y en esa lectura sabe que debe abandonar la imprudencia que lo acompañó desde su banca y pugnaba para llegar a lo que llegó.

Pulti estará tentado con jugar fueras del reglamento, pero ya no tiene aire para hacerlo. Ha consumido a toda la sociedad marplatense, ya le han tomado la patente, le han sacado bolilla negra y le han bajado el pulgar.

Es para la gilada aducir que sigue siendo la primera fuerza política de la ciudad. Tiene un gabinete que no está a la altura de las circunstancias que se van a vivir. Y no se trata de hacer terrorismo ni ser tremendistas, la situación es de emergencia, y no se puede persistir en la comodidad de ignorar los problemas. No es tampoco el recurso humano de excelencia uno de los fuertes de la actual gestión, por el contrario está debajo de la media de los requerimientos, fundamentalmente en áreas específicas.

Se debería pensar en recambios que aseguren un tránsito sin congestionamiento en el futuro cercano. Las áreas de Economía, Gobierno, Calidad de Vida, Servicios no acompañan la dinámica inminente. Tampoco habrá dinero ni sobrarán audaces ni aventureros que vengan a levantar el muerto. No se descarta tampoco que ante esta situación algunos de sus funcionarios pongan la renuncia a disposición del intendente, aunque nuestros interlocutores afirman, que nadie renuncia en estos casos, prima la suculencia de los sueldos que perciben mensualmente.