En el pelotón del fondo de los competidores, el doctor Alejandro Ferro, siente a su alrededor que no todo lo que brilla es oro. Su oratoria por la atención de la salud y el gasto descontrolado, sin asignación de eficiencia ni prioridades, no mide en votos. Pero además puertas adentro, su gestor y mentor, el propio Gustavo Pulti, ha sabido de la disconformidad de su elenco más cercano, a la hora de definir las candidaturas para las legislativas próximas.
Pero aún el dato tiene más pálidas, Ferro asumirá pero lo suyo no es el Concejo ni mucho menos. Su renuncia está prevista para hacer lugar al ingreso de la integrante de La Cámpora, ubicada en quinto lugar, descontando que en el mejor de los casos Acción Marplatense K, sumará cómo máximo 4 concejales de los 8 que renueva, es decir una pérdida del 50 %.
El deliberativo es un área que Ferro rechaza por naturaleza, una condición superior a él. La doble jugada de Pulti con el CEMA que pagó la Nación, hacer política y capitalizarlo a través del secretario de Salud, ha resultado un tremendo fiasco, que ha comenzado a torturar al candidato. Encima el rostro de Ferro es confundido (en carteles en vía pública) por su parecido con el doctor Fernando Arroyo, éste muy bien posicionado en todas las encuestas y muestreos.
A “prima facie” esta confusión potencia a Arroyo, que no dispone de recursos económicos para la campaña electoral. En esta evaluación hay que tener en cuenta que el grueso de la población no están pendiente ni de Ferro ni de Arroyo, tampoco se parecen a Brad Pitt, como para andar pegando posters en las paredes de las chicas/os, hay que hacer la salvedad.
Es más, el segundo de Ferro en orden jerárquico en la Secretaría de Salud, el doctor Cristaldi desliza en charlas privadas “Estos están todos locos”, en referencia a la rumbosa administración municipal. Cristaldi en su actividad privada es dueño de un geriátrico modelo, ubicado en las inmediaciones de El Grosellar, administrado con un estilo que está precisamente en las antípodas de la gestión de Pulti; Ferro y Cía.