Ya no se repara en las formas y el fin justifica los medios. El intendente K, ha comenzado a entender que puso algo más en juego que la aprobación o el rechazo a la policía municipal. Su salud política ha comenzado a deteriorarse, ya que fácilmente se advierte qué persigue objetivos espurios, políticos y económicos, no de otra gestión deficitaria cómo manejar operativamente la conducción de una nueva fuerza de seguridad.
Para el intendente todo se mide en votos y el 9 de junio puede transformarse en la fecha de su lapidación política. ¿Cuál será el porcentaje que legitima su aventura? Y luego ¿Cuál será la lectura del resultado? La convocatoria y el llamado son una oda a la desprolijidad. Pero fundamentalmente, espanta la falta de compromiso de fiscalización de los partidos políticos de la oposición, para dotar del control de transparencia, que evidentemente no garantiza el oficialismo, a través de una junta electoral adicta.
La vía pública, los medios afines a la administración municipal, la cartelería en leds aún la más costosa en Boulevard Marítimo, por radio, televisión en horarios centrales, son de una ostentación obscena, ya que es una demostración de la riqueza mal habida contra la indigencia y la pobreza extrema. ¿Quién paga esta onerosa campaña, en medio de tantas denuncias de corrupción kirchnerista? Es obvio que cabe la reflexión ¿Pará qué tanto esfuerzo, de un intendente que vivió más de cinco años, sin escuchar el reclamo de la gente sobre la inseguridad?
mdphhoy.com , ha venido informando las irregularidades que se han constatado y el uso del aparato municipal que el intendente efectúa a través del manejo político, que ha llegado incluso a maniobras cuasi extorsivas, algunas de ellas que rozan el atentado a la libre elección de los derechos ciudadanos.
Los funcionarios políticos del gobierno han comenzado a deslizar que si no gana el “SI”, no se podrán pagar los sueldos. El sábado CFK dijo que el pago de la AUH (Asignación Universal por Hijo) no será asumido por otro gobierno de distinto color político. El peor de los escenarios.
