Lo peor está por venir. Los oficialismos atados al kirchnerismo sufrirán en las urnas el tan temido voto bronca. Para otros votos castigo, tan utilizados en los comicios de medió término, como el que se celebra. La factura será pesada, Acción Marplatense perderá el 50 % de las bancas que renueva. Ello será a expensas del Frente Renovador de Sergio Massa, y del Acuerdo Cívico y Social, según los datos preliminares.
El intendente de Tigre, edificó en un mes una fuerza que devuelve a sus inversores, billetes verdes a precio oficial, que luego pueden ir y vender en el mercado paralelo. Quienes apostaron a esa alternativa, obtuvieron pingües ganancias, sin dudas, aunque en este caso Azcona sea el concejal de Garivoto. Ya le han hecho saber a Massa las dudas que provocan ambos.
Tras la decisión de “Massita” (como le apodaba Néstor a Massa), a Pulti en su circo versión K, le crecieron los enanos. “Hay que ver cuál es el arrastre, para saber cuánto nos perjudica”, dijo un allegado confiable de Gustavo Pulti. Pero al intendente le ha surgido otro inconveniente, no menor en este caso. Su problema se llama Alejandro Ferro, su nivel de desconocimiento en el electorado, factor determinante, cuando en la cabeza de las listas aparecen Insaurralde y Curuchet. Es decir no están ni Cristina ni Pulti, y Ferro no próspera, no logra ni aprobación ni rechazo, simplemente se lo desconoce. Nadie observa al doctor Ferro como un concejal de fuste, aunque hay cada uno que todavía no se enteró cómo funciona el deliberativo.
Debido a ello aparece como desproporcionada la inversión en propaganda. El gasto resulta ostentoso, obsceno en una ciudad que sufre la pobreza e indigencia, a un nivel tal que la ubican en el sexto lugar en el país. El despliegue de propaganda de Gustavo Pulti es oprobioso. Ni que hablar si lo medimos con los recursos del resto de la oposición, que se hasta se debe unir (aún estando en fuerzas políticas distintas) para conseguir una fiscalización adecuada.
Si Massa es un problema, Ferro es otro, no le va en zaga la cruz que carga con el Frente Para La Victoria, del cual sólo cosecha un rotundo rechazo, que no sabe de treguas ni medias tinta. El fundamentalismo en una expresión cabal. Pulti se ha rodeado esperando votos de la CGT, la UCIP y el vecinalismo, con sus cúpulas, pero en su bases hacen cola para maldecirlos hasta en arameo.
Contó con la complicidad de todos ellos, para impulsar una consulta popular sobre la creación de la policía municipal, que fue levantada entre gallos y medianoche, cuando se pre anunciaba una derrota, que hubiera conspirado de manera letal contra sus intereses políticos, a tal punto que pudo haber resultado una debacle anticipada. Todo traído de los pelos, cargado de oportunismo, sin transparencia, sin equivalencias, y fundamentalmente, con el objetivo de hacer caja de recaudación política, a través de una necesidad genuina de la población, es decir estamos ante un caso de objetivo inconfesable. Es como que el crédito ya está agotado y las urnas harán de mensajeras.
Pulti intenta proyectar a Ferro en el plano de los hechos, lo cual es de grado híper relativo. Pulti no habla de inseguridad, no habla de inflación y no habla de desocupación.
Hay enormes déficits de gestión y económico, indisimulables. Las marchas del 13S, 8N y 18 A, fueron un adelanto, el 60 % de los asistentes no lo volvería a votar, un 30 % no lo votó y sólo el 10 % asentía pero con alguna duda. La pérdida de votos es de proporción geométrica, según la lectura del día a día municipal.No sólo Massa, complicó al universo K, arrastran omisiones y errores propios, y justamente las elecciones legislativas son las elegidas para castigar a los gobernantes que no han cumplido.
En el Frente Cívico y Social, como es lógico, se vive la previa como una interna tal cual proponen las PASO. Están en otra onda, dirimirán con cuestiones internas, cuál será su candidato. Pero es un conglomerado de espacios que se han identificado con sellos propios. La UCR con representación nacional (por aquello de un cura en cada pueblo), los socialistas con más historia que presente en la ciudad, el GEN que se desplomó ante un desdibujado Pablo Farías, Libres del Sur que aporta generoso despliegue y la Coalición Cívica, que inspiró la nuevamente vigente Elisa Carrió, aunque ahora su referencia sea solo válida en Capital Federal, a “Lilita” los marplatenses la eligieron para presidenta en 2003 y 2007.
En este contexto la UCR trajo al escenario de los hechos, conductas reñidas con las propuestas. Los coletazos de internas de apellidos pesados en el orden nacional y provincial, desembarcaron en Mar del Plata, donde interlocutores de Alfonsín, Moreau y Storani, han protagonizado una nada edificante enfrentamiento, a años luces de las propuestas que la gente quiere escuchar. Es el único que espacio que celebra primarias para definir candidaturas, lo cual es elogiable por un lado, pero por el otro, nadie puede imaginar que luego se legisle a favor de la gente, cuando ocupen sus bancas. Se pudo observar que había hasta más benevolencia con un adversario K, que con un correligionario.
En la otra pelea, en la menos ruidosa y menos mediática, está la oferta de un dúo que conoce muy bien de qué está hablando a la hora de las cuestiones municipales. El doctor Fernando Arroyo y José Cano han sabido ocupar la trinchera de los cargos ejecutivos y legislativos de la ciudad. Aportan trayectoria, capacidad de trabajo, rigor profesional y conducta. No han sido protagonistas de grandes decepciones y han sabido atender a los ciudadanos sin apelar a la mentira, al engaño o a la demagogia. Tal vez pocos afectos a las roscas políticas, se hayan escindido de las fuerzas políticas mayoritarias, lo cual exalta el valor de la participación, desde el desierto político, desde la austeridad y el valor de la palabra, en la actualidad un combo que no todos puede exhibir. Arroyo se despegó de los referentes nacionales, y así como llegó, solo, supo decir no a ofrecimientos seductores que aseguraban recursos y comodidad en la campaña, prefirió una vez más el esfuerzo y rodearse de un avezado compañero en este nuevo capítulo, José Cano, así llega como la propuesta Más seguridad, Menos Impuestos.
Jorge Elías Gómez
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