El bloque del Frente de Todos elevó un proyecto de ordenanza mediante el cual le solicita al Ejecutivo que imponga el nombre de “Plaza Intendente Blas Aurelio “Elio” Primo Aprile” al predio comprendido por las calles Buenos Aires, Belgrano, Moreno y Boulevard Peralta Ramos, la denominada “Manzana 115”.
Según consta en la presentación, cuyo autor es el edil Roberto Páez, la actividad se llevará a cabo en un acto público a realizarse el 20 de marzo del 2023, en conmemoración con la fecha de nacimiento del homenajeado.
“La plaza pública ubicada en la otrora llamada Manzana 115, aunque es reconocida popularmente como Plaza del Milenio, no cuenta con normativa local alguna que le haya impuesto su nombre por lo que resulta un espacio apto para homenajear a quien fuera una de los referentes de la política local durante los últimos años del siglo pasado y cuya memoria aún persiste en la ciudadanía”, detalló Páez.
Blas Aurelio Primo Aprile nació el 20 de marzo de 1949 en la provincia de Ragusa, en Italia, y llegó a Mar del Plata con su familia en 1960, cuando tenía 11 años. Desde muy joven, su pasión por la lectura, su interés por la historia y sus inquietudes políticas lo llevaron a introducirse en las filas de la Unión Cívica Radical, partido en el que militó hasta sus últimos días de vida.
Fue un filósofo, político, escritor e inició su carrera en la función pública en 1983 cuando asumió al frente de la Secretaría de Cultura del intendente radical Angel Roig. Ejerció el cargo de concejal del Partido de General Pueyrredón entre 1987 y 1991, siendo presidente del cuerpo entre diciembre de 1987 y diciembre de 1989.
En 1993 volvió a ser electo concejal, tarea que desarrolló hasta 1995 cuando fue electo intendente, mandato que efectivizó en dos oportunidades consecutivas desde 1995 a 2002.
El 12 de mayo de 1996 convocó a la ciudadanía a una inédita consulta popular para saber si los contribuyentes estaban dispuestos a pagar una suma de entre tres y cuatro pesos más en la tasa municipal para permitir una serie de obras (25 en total), imponiéndose el “Sí” con el 53,74%, en lo que se leyó como un fuerte respaldo a su tarea.
El refulado de las playas y la doble vía en la entonces Ruta 2 fueron las obras emblemáticas de aquella gestión, pero también se recuerdan otras obras de infraestructura tales como el iluminado de los accesos de las rutas 2, 11, 88 y 226; la reconstrucción de veredas de los paseos costaneros Norte y Jesús de Galíndez, y las mejoras del Parque Industrial General Savio.
También se destinó lo recaudado a avanzar en la reforestación de toda la ciudad, colocar tendido de alumbrado en las playas céntricas, el mejoramiento de 50 plazas públicas, la primera etapa del desagüe terminal, la construcción de la cuarta cloaca máxima, la repavimentación del micro y macrocentro y el colector de la costa.
A través de la segunda etapa del plan de obras Mar del Plata 2000, Aprile logró concretar un anhelado sueño de los marplatenses que había comenzado por 1949: la expropiación y conversión en espacio público de la conocida como “Manzana 115”. Para dicha tarea se debieron expropiar los dos edificios de siete pisos que se encontraban construidos en el lugar, así como restaurantes, locales de cambio y compra venta de alhajas. Gracias al aporte de la provincia de Buenos Aires se logró llevar a cabo la expropiación de los edificios.
Además, resulta adecuado destacar que toda la obra de modernización y transformación de la “Manzana 115” se realizó a través de la administración pública municipal. El 24 de octubre de 1999 Aprile logró la reelección con el 61% de los votos.
Su trayectoria personal incluye también el ser docente de diversos establecimientos escolares de la ciudad y de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Asimismo, Elio Aprile se destacó como escritor y entre sus publicaciones se encuentran “Espejos rotos” (1980), “Resonancias” (1983), “Poesía sustantiva, Ficcionario” (1989), “A la altura de la gente” (1991), “La ciudad posible” (1991), “El campo de la ética” (1997), “Urgencias y cenizas” (1997), “Las causas” (1999), “Poesía Quieta” (2000), “Sonetos compartidos” (2000) y “Humano después de todo, el coraje de vivir” (2004).