Preocupación por el impacto de la inflación en productos de primera necesidad, especialmente alimentos, ya que el sistema de control de precios instrumentados a través de diversos programas, no se está cumpliendo en los barrios más alejados de los centros comerciales, precisamente donde existen más restricciones para el consumo familiar.
Esta tendencia que provoca la inflación que parece estabilizarse en el 4 %, ha despertado gran inquietud en las máximas autoridades de la Secretaría de Comercio, que pese al congelamiento de tarifas de servicios públicos, no aciertan en la fórmula que ayude a los hogares más necesitados, el objetivo político de la medida.
En el conurbano bonaerense y en otras grandes ciudades del interior del país, esa derrota es particularmente contundente. Así se desprende de un relevamiento de precios en los barrios populares, que no sólo arroja un nivel de inflación para los alimentos de la canasta básica muy por encima del promedio general sino que también constata la amplia brecha entre los precios vigentes para los productos que integran los programas en las grandes superficies de venta y aquellos que rigen en los pequeños y medianos comercios barriales.
En un contexto de nivel de inflación general en torno a 4% que hoy comunicará oficialmente el INDEC, ya está disponible el dato que es aún más preocupante y que refleja el fracaso de las políticas de intervención de precios que se implementa desde la Secretaría de Comercio para “cuidar la mesa de los argentinos. Al menos para los argentinos en condiciones más vulnerables, tales acuerdos resultan completamente ineficaces para morigerar el impacto de la suba de la canasta básica de alimentos en el bolsillo.
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