Juan Curuchet se adjudicó el retorno al servicio de una decena de patrulleros, de la mano de una gomería, con quien mantiene vínculos comerciales. Para la foto, se prestaron gentilmente el jefe Departamental Eduardo Quintela y el comisario mayor Abel Maggi.
Pero esa demostración de buena voluntad del extraordinario ciclista, su entusiasmo y voluntarismo, rompen con una línea de acción que no debe alterarse. Curuchet invita por los medios a otros empresarios, comerciantes y vecinos a seguir el ejemplo. ¿No sabe Curuchet cómo anónimos marplatenses ayudan todos los días a la policía? Eso sí, no cobran sino que ponen plata y no son candidatos a nada ni buscan los votos de nadie.
Se supone que el candidato a senador intenta ser el mejor alumno del grado, justificarse ante el gobernador Daniel Scioli y dar una alegría a Julián Dominguez y Claudio Morresi. El ex corredor le “ha metido pila” a su campaña, no le ha sacado el cuerpo y recorre con ropa de fajina la quinta sección electoral, dicen que “soñando con ser intendente de Mar del Plata”
Existirían asesores marplatenses (se habla de dos hermanos) del ministro Casal, que no las tienen todas consigo y han sabido ganarse alguna tarjeta roja en el rubro de la inseguridad. Ahora habrían mal aconsejado a Curuchet, metiéndolo nada menos que en el tema de la policía bonaerense, avanzar con la reparación de patrulleros.
Hay muchos empresarios y comerciantes marplatenses, que “hacen una vaca” de $ 50.-por día, para que vigilen un barrio o una cuadra de negocios. Eso también es colaborar con la policía. Otros lo hacen con comida, con combustible etc. y no salen en las fotos de campaña política alguna. Lo hacen anónimamente y no despiertan sospechas de ninguna naturaleza.