Básquet, Deportes

Peñarol ganó una nueva edición del clásico

Peñarol se quedó con una nueva edición del clásico marplatense en la Liga Nacional de Básquetbol y se impuso a Quilmes, por 91 a 79, en partido correspondiente a la fecha 14 de la segunda fase.

En un Polideportivo Islas Malvinas, con más de 6 mil personas en las tribunas, el quinteto milrayita sacó provecho del triunfo para consolidarse en la segunda colocación y situarse a dos puntos del líder Obras Sanitarias, que perdió en Paraná frente a Sionista.

Los parciales del cotejo fueron los siguientes: Quilmes 20-19, 35-42, 53-62 y 79-91.

El notable desempeño del ala pivote cordobés Leonardo Gutiérrez, autor de 34 puntos (8 triples), le permitió al quinteto de Sergio Hernández festejar en el `derby` número 80 de la ciudad en partidos de Liga. Ahora, la ventaja de Peñarol se ensanchó a 26 encuentros (53-27).

El dueño de la escena en la primera mitad del juego resultó Gutiérrez, responsable de 6 triples (20 puntos).

El ala pivote cordobés se erigió en el principal argumento del milrayita para mantenerse en partido, a pesar de un mejor funcionamiento colectivo de Quilmes, que defendió duro, con Axel Weigand y Clarence Matthews dominando en los tableros.

En el primer cuarto, Gutiérrez encestó los tres tiros desde afuera que lanzó y le permitió al campeón vigente ponerse arriba en la pizarra 17-14, cuando faltaban poco menos de 3 minutos para el cierre.

Sin embargo, los extranjeros de Quilmes, no sólo Matthews sino Michael Smith también, se `fajaron` abajo, le ganaron los duelos a los desconocidos Facundo Campazzo y Kyle Lamonte y posibilitaron que los de Roberto Martínez se quedaran con el primer período por 20-19.

En el segundo segmento, la efectividad de Gutiérrez no se redujo (más allá de que falló un triple) y Peñarol sacó una buena diferencia al promediar el mismo (35-28).

Entonces, sin Gregorio Eseverri en cancha (cometió tres infracciones y el DT lo sentó en el banco de suplentes), Quilmes apeló a las conversiones de Philip Mac Hopson para mantenerse en distancia y cerrar el parcial 35-42.

En el arranque del tercer parcial, una ráfaga del cervecero le permitió achicar las cifras a dos (42-44). Pero otro triple de Gutiérrez (el séptimo) posibilitó a Peñarol distanciarse otra vez (42-47).

La voluntad de Matthews (9 puntos en ese tramo) resultaba determinante para mantener vivo a Quilmes que ya no llegaba tan fácil al poste bajo y que empezaba a tener inconvenientes con el cansancio y las rotaciones.

Pero la mano caliente de Gutiérrez no aflojaba (llegó a 28 a esa altura del partido) y el milrayita dominaba, en el marco de un cotejo que ya tenía un trámite deslucido.

Un triple de Campazzo (el base no descansó y jugó íntegro los primeros 30 minutos) y otro de Selem Safar enderezaron el marcador en favor de un Peñarol (62-53) que seguía lastimando con las
bombas.

En el último capítulo, otro triple de Gutiérrez (el octavo) pareció enderezar definitivamente el pleito. Pero Nicolás Ferreyra contestó por la misma vía y permitió que el Cervecero siguiera cerca (65-72).

Inclusive, cuando el pivote Martín Leiva ya se había retirado de la cancha por las faltas personales, un doble, más conversión de Mac Hopson puso las cosas cuatro abajo (68-72).

En esa instancia apareció Campazzo en la dimensión que se le conoce (cerró el juego con 24 unidades) para que Peñarol mantuviera la delantera.

El empuje de Matthews (terminó con 29 tantos, 13 en el último cuarto) entrega la ilusión óptica de un final cerrado. Sin embargo, el clásico entregó un actor de reparto que se vistió de héroe en
el último tramo: Pablo Barrios.

El ex La Unión de Formosa metió un triple y volcó un balón para catapultar a Peñarol a la victoria (79-91), cuando Quilmes ya había dado todo.

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