La Comisión Episcopal de Pastoral Social, en el marco de la reunión de la Semana Social que se realizó entre el viernes 30 y este domingo en Mar del Plata, con motivo de los “40 años de Democracia y 10 años de Francisco”, emitió un documento en el que advirtió que “la democracia dejó de identificarse con la expresión de los intereses de la mayoría, del bien común” y “pasó a ser una herramienta condicionada por poderes minoritarios o corporativos”.
“Nos planteamos que es necesario recuperar la pertenencia a la patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera”, señaló el grupo de representantes de la Iglesia, sobre la realidad social nacional.
La Iglesia indicó además que “ante una democracia que por un lado requiere de mayor vigor y empatía con lo propio, pero que no alcanza a cobijar a todos los sectores y regiones de la Argentina”.
“Hablamos de una democracia que signifique la construcción de ciudadanía plena, de ejercicio de derechos, que asegure condiciones para el bienestar de nuestro pueblo, que supere la fragmentación, con sensibilidad social, con Tierra, Techo y Trabajo que garantice igualdad de oportunidades, con independencia económica”, subrayó el texto.
En esa línea, añadió: “Insistentemente escuchamos que es necesario un nuevo pacto social o un nuevo contrato democrático, con la participación de toda la dirigencia política, económica y social, con un consenso que es posible y necesario, rescatando todo lo bueno que se hizo en la democracia, recalcando que es necesario ir a la cultura del encuentro, a partir de la escucha que nos habilita a debatir y superar las diferencias”.
“El trabajo digno, se ha dicho, no solo tiene un valor económico, sino que es valorado como el principal organizador de la vida social. Escuchamos la necesidad de mayor industrialización y políticas de agregación de valor a las materias primas para la generación de empleo y lograr los acuerdos necesarios para combatir la inflación y sostener el crecimiento en una coyuntura que se presenta con optimismo en los tiempos económicos que vienen”, aseveró la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
En clara reflexión sobre la violencia política del pasado y la que se vive actualmente también, el texto señaló: “Ninguna solución basada en la eliminación del otro puede ser un buen camino para recrear la democracia. Necesitamos un análisis sereno, reflexivo, profundo, de dónde estamos y hacia dónde queremos ir. Necesitamos poner ‘un oído en el pueblo y otro en el Evangelio’”.
Para sintetizar, asumió: “A esa tarea estamos todos convocados, especialmente los jóvenes, escuchando sus propuestas, anhelos y sueños, los que, como dice el papa Francisco, no son el futuro sino el presente de esta democracia que viene”. (DIB) ACR
Fuente: DIB