La inflación de mayo fue de 9,1% según el relevamiento que lleva a cabo mes a mes la Fundación Libertad y Progreso. De esta forma, la inflación acumulada en lo que va del año es del 44%, acelerando en 0,7 puntos porcentuales respecto del ultimo valor dado a conocer por el INDEC correspondiente a abril.
Si se compara la inflación acumulada en los primeros cinco meses versus 2022, la aceleración es significativa (29,3% acumulado durante mismo período del 2022).
Por su parte, la variación interanual asciende a 116,9% desde el 108,8% de abril, sosteniéndose en tres dígitos.
Siendo así mayo es el sexto mes consecutivo de aceleración en la suba de precios mensual. En noviembre de 2022 había tocado un piso de 4,9%, y desde allí rebotó hasta la actualidad.
Respecto de los principales rubros que empujaron la suba, “Alimentos y bebidas no alcohólicas” mostró una suba del 9,1% mensual, sosteniendo el crecimiento por encima del 9% por tercer mes consecutivo, a pesar que la última semana de mayo registró una fuerte desaceleración aumentando solo un 0,2%.
Santiago Casas, economista de la Fundación Libertad y Progreso, dijo que “los aumentos en alimentos son muy preocupantes porque afectan fuertemente los valores de la canasta básica, poniéndole pisos más altos a los límites de pobreza. Si hacía falta volver a demostrarlo, los programas de precios justos fracasaron y lo único que consiguieron fue mayores distorsiones en la economía. La inflación se acelera a medida que aumenta la incertidumbre sobre lo que pasará a partir del 10 de diciembre. Para arreglar el problema, el próximo gobierno tendrá el desafío de diseñar un plan de estabilización que recupere la confianza en la moneda, o la sustituya por otra”.
Por otro lado, y como se había anticipado, el aumento de los precios regulados impactó en mayo sobre todo en el rubro de “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (16,3%), explicado mayormente por la nueva suba de tarifas para los hogares catalogados como de Nivel 1 y 3.
De esta forma, la última semana de mayo deja un efecto arrastre para el IPC de junio de 1,7 puntos. A pesar de esto, se proyecta que la inflación del sexto mes del año será menor, en un rango, por ahora, de entre 7%-8%, fruto de una menor incidencia de los precios regulados (según los aumentos conocidos hasta ahora) y una desaceleración en el rubro de alimentos y bebidas.
En tanto, Lautaro Moschet, economista de la Fundación Libertad y Progreso dijo que “la aceleración de mayo refleja la caída en la demanda de dinero que propició la corrida cambiaria en la segunda mitad de abril y provocó un fuerte arrastre durante el quinto mes del año. Para el mes entrante, esto ejercerá menos presión por lo que esperamos una pequeña desaceleración. De todas formas, no será una señal del todo positiva, ya que en la medida en la que no se lleven a cabo políticas consistentes con la preservación del valor del peso, la dinámica inflacionaria seguirá mostrando una tendencia al alza y posiblemente cerremos el año con una inflación cercana a 140%”.
El 14 de junio el INDEC dará a conocer el dato de inflación oficial del mes de mayo.
Fuente: Noticias Argentinas