Frente a la bochornosa determinación del Gobierno, en complicidad con el empleado de mayor rango que ejerce el Ministerio de Economía de decidir no proporcionar los datos estadísticos de Pobreza e Indigencia, cosa que no se animó a llevar adelante el Proceso Militar del 76-83, ha aparecido una variedad de críticas y hasta simbolismos rechazando tan aberrante decisión.
Este dato de desconocimiento de Pobreza e Indigencia para la demografía, la sociología y otras disciplinas es analógico al de una internación de un paciente en un hospital o clínica sin dejar sentado o sin haber llevado a cabo la toma de temperatura con un termómetro que funcione bien, además de negarle a los investigadores sociales la posibilidad de brindarles un indicador que sirve para la toma de decisión de la construcción de Planes realizados sobre datos ciertos que permitan obtener resultados que redunden en beneficio de la ciudadanía y en especial en beneficio de los más pobres.
Si no sabemos cuál es, donde está, qué características tiene y otras variables a tener en cuenta acerca de la Indigencia y la Pobreza, poco podemos hacer para combatirla y menos erradicarla, tal como sentimos decir por allí lo que ciertos loros repiten, más allá de carezcan de jaula y lo peor del caso es que muchos de ellos son egresados de alguna ciencia social.
Pensaba si el “suicidado” economista callejero Ivan Heyn, tal como lo llamaba la Presidente de la Nación, que hace dos años, para ser más exacto el 20 de diciembre de 2011 fuera encontrado muerto en la pieza de un hotel montevideano, donde según los datos oficiales argentinos, porque la justicia uruguaya se sacó el muerto de encima en menos de 48 horas al extremo de que Cristina Fernández le estaba entregando a los dos días de su muerte a la novia del extinto sus dos teléfonos celulares. Recordemos que en el dato oficial consta que: estaba ahorcado al haberse colgado de un perchero de su placard masturbándose, según dicen para sentir más placer y se pasó de largo, Ahora me pregunto, este joven hubiera tolerado esta aberración técnica de su enemigo Kicillof que tras su muerte pasó a ocupar el primer lugar en lo económico, después de haber sido denunciante de la intervención del INDEC en el 2010 tal como consta en el diario El Cronista Comercial.
Si consideramos que la cantidad de pobres en la argentina tomando el último dato que publica el INDEC en su página y que corresponde al segundo semestre del 2006 asciende al 26.9% de los cuales el 8.7% es indigente y considerando que a partir de ese momento la economía argentina comienza a complicarse, decir que hoy el Indice de Pobreza puede superar el 30% es totalmente factible, lo cual implica que en nuestro país hablar de 12.000.000 de pobres quizás sea demasiado considerado, pero no importa seamos cautos. Para tener la noción espacial de lo que esto implica y considerando que cuando las personas se toman de la mano con los brazos extendidos para hacer una cadena, de un extremo de una mano a la otra ocupan 2 metros, por lo cual el total de pobres si realizaran esa cadena ocuparían 24.000.000 de metros. Recordemos que la argentina de norte a sur tiene una extensión de 3779 Kms. lo cual implica 3.779.000 metros. Este dato nos demostraría que si ponemos al primer pobre en el extremo de la Quiaca y los haríamos tomar a todos de la mano en cadena llegarían a Usuahia, volvería otra fila a la Quiaca y así sucesivamente llegarían a completar más de 6 hileras de ida y vuelta.
Por eso nos preguntamos si todos aquellos que dicen que tapan los pobres debajo de la alfombra no están diciendo un disparate, quizás correspondería decir que los están escondiendo debajo de una alfombra mágica que podría superar los 24.000.000 de metros cuadrados.
Abel Julio César Ayala