En medio de una fuerte polémica, la próxima sesión del Concejo Deliberante decidirá si cede al poder ejecutivo municipal la facultad de fijar la tarifa plana del boleto de transporte público de pasajeros. Esto se da en el contexto de una propuesta de aumentar el costo del boleto en un 30%.
El bloque del Frente para la Victoria mantiene una postura negativa ante la medida por considerarla antipopular, ya que además de atentar contra los intereses de los usuarios, no se condice con los objetivos del Proyecto Nacional encabezado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Si bien esta no es la primera demostración del desfasaje que existe entre las decisiones del gobierno municipal y los objetivos del proyecto nacional, es aún más grave en este caso: El transporte público de la ciudad recibe una subvención de más de diez millones de pesos mensuales, que se pone en riesgo en caso de desarrollarse un aumento.
Además de la falta de un estudio previo que la sustente, la medida presenta un antecedente que no la beneficia: Al aprobarse el último aumento de boleto a principios de 2011, la gestión de Pulti prometió numerosas mejoras en el servicio, que no se han visto cumplidas.
Así, el FpV local sostiene la intención de desarrollar medidas inclusivas que beneficien a los sectores populares, y se opone a esta y toda otra propuesta que permita al oficialismo decidir en contra de ellos.