La falta de trabajo y la emergencia alimentaria, la sanitaria, el déficit habitacional y el hacinamiento agravados por la falta de servicios fueron las principales preocupaciones de los vecinos de General Pueyrredon según el “Monitoreo y seguimiento de las estrategias para minimizar la circulación del COVID 19 en el Municipio de General Pueyrredon” coordinado por el CONICET local.
Estos resultados se conocen luego de la presentación realizada por el grupo de investigación a cargo del proyecto, que investigó la situación social que atraviesan Mar del Plata y Batán en el actual contexto de aislamiento social y preventivo (ASPO).
Los especialistas involucrados en el proyecto explicaron que los principales problemas detectados fueron la emergencia alimentaria, la sanitaria, el déficit habitacional y el hacinamiento agravados por la falta de servicios -en especial, de tendido de la red de agua potable-.
Y también sobresalió la falta de trabajo que impacta sobre todo en el sector informal y cuentapropista, en especial entre personas ligadas a la construcción y el trabajo doméstico, y la violencia institucional y de género. Si bien estos problemas ya existían antes de la pandemia, los entrevistados destacan que los mismos se han profundizado.
De esta manera en un 90% de los casos, se consideró que se han sumado nuevas problemáticas como las dificultades de acceso a insumos de higiene y limpieza y a servicios de comunicación eficaces en tiempos en que la educación se realiza a distancia.
Una situación similar se constató en cuanto al acceso a la información sobre manipulación de alimentos y prevención ante la pandemia. La única capacitación a la que se hace mención es el Programa CuiDARnos y se reconoce como el agente que brindó la capacitación a la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP) y a los Comités Barriales de Emergencia (CBE).
La iniciativa, que obtuvo financiamiento a través del Programa de Articulación y Fortalecimiento Federal de las Capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19, es liderada por Marcela Ferrari, investigadora del CONICET, y directora del Instituto de Humanidades y Ciencias Sociales (INHUS- CONICET, UNMDP).
Este primer informe, cuyo texto completo puede consultarse acá (link) fue elaborado a partir de encuestas realizadas en agosto -previo al retorno a la fase 3- a integrantes de los Comités Barriales de Emergencia.
Los barrios monitoreados fueron López de Gomara, San Cayetano, La Herradura, Hipódromo, San Jorge, Las Américas, Regional, Don Emilio, Parque Hermoso, Valle Hermoso, Las Heras, Las Dalias, Alto Camet, Don Bosco, Bernardino Rivadavia, Los Andes, Santa Mónica, Estación Norte/Centenario, Puerto, Villa Lourdes, Antártida Argentina, Monte Terrabusi, Santa Rosa del Mar, Quebradas y Nuevo Golf, Batán, Boquerón, Pueyrredón, Fortunato de la Plaza y Villa Evita.
Actualmente, los CBE trabajan en conjunto con diversas instituciones y asociaciones para abastecer a los 350 comedores y merenderos que funcionan en la ciudad, que alimentan entre 30 y 150 familias en cada caso, 110 en promedio. El cuatro por ciento de los comedores relevados comenzaron a funcionar a partir del inicio de la declaración del ASPO. En aquellos que ya existían con anterioridad, la cantidad de personas que concurre ha aumentado significativamente desde entonces, y en algunos casos se ha duplicado.
Los investigadores explican que otra conclusión a la que arribaron, es que el cumplimiento del aislamiento fue alto, cercano al 80%, pero que “se relajó con el tiempo”, debido a las necesidades de buscar alimento, salir a trabajar y, en última instancia por la necesidad de salir.
Los representantes del proyecto se reunieron el 1 de septiembre con concejales de distintos espacios políticos, representantes del gobierno provincial y nacional, referentes de los CBE, autoridades eclesiásticas y universitarias para reportar los resultados obtenidos. “El informe fue elevado al Ministerio de Desarrollo de la Nación y la respuesta de las todas las autoridades ha sido muy receptiva”, agregaron.
Este monitoreo se replicará periódicamente para evaluar la dinámica de los problemas sociales asociados a la pandemia, a partir de encuestas administradas a una muestra representativa de vecinos, con el fin de reconocer en qué medida evoluciona la situación de los marplatenses durante el aislamiento y el distanciamiento social. Esos datos serán complementados con el relevamiento de las noticias asociadas al ASPO acerca de las problemáticas sociales resultantes de la situación de pandemia o agravadas por ella.