Cristina aplicó a los bonaerenses el ajuste “manu militari”. La dictadura del dinero en la mayor de sus expresiones. El gobernador es un instrumento de un ser funcional, cuyos límites de desconocen. Pulti se quedó sin su mayor referente y socio político, ya no hará falta que le inunden los tanques de OSSE de Plaza Mitre y perder 1.000.000 de litros de agua, para terminar premiando a quienes trabajando recuperaron el sistema. El 1º de mayo abrieron las canillas, y una semana más tarde fue la capitulación del intendente a manos de Scioli, para ser candidato testimonial, por el dictado de Néstor Carlos Kirchner.
Se lo ha ungido como un inimputable político, que llegó al calor de Carlos Menem, como exitoso motonauta, de una categoría muy dudosa, pero hasta decían que era campeón mundial. Nunca hizo nada distinto en la política, desde que llegó hasta hoy, nada para asombrarse. Siempre fue más de lo mismo, pero goza del milagroso e inexplicable, en su caso, don del reconocimiento en las urnas.
Lo único que falta es que cómo a Riquelme, a alguien se le ocurra organizar un banderazo a su favor. Lo cual no sería extraño.
Dejó colgados sin aviso a 550.000 empleados estatales, porque no tenía dinero para pagar el S.A.C. Ahora esos 550.000 empleados dejan a los bonaerenses, sin educación, sin salud, sin tribunales, sin etc. etc. Resulta que CFK lo secó de buenas a primeras, por diferencias políticas y falta de fondos en el Estado Nacional.
¿Pero que es Scioli?
Un incurable dilapidador de fondos públicos, un depredador del Estado.
La policía y la seguridad dependen de su gobierno. Los hospitales públicos dependen también de la provincia. La justicia provincial está a su cargo. Las rutas provinciales bajo su órbita. El desbordado y vaciado Banco de la Provincia, se hizo con su consentimiento.
¿Pero qué hace Scioli, ante tamaña apretada? Se victimiza.
Dice que seguirán trabajando juntos con la presidenta, y hoy le pidió disculpas públicamente. ¿Disculpas de qué?
Hace pocos días re inauguró el servicio ferroviario a Tandil. Dijo lo siguiente pongo en marcha este tren “para no dejar a nadie en el andén”. El sacerdote Raúl Troncoso, en la bendición del tren dijo que “sólo era válida (la bendición) hasta los 60 km/h”, dejando en claro que las vías no resisten.
Pero sigamos con algunas perlas de Scioli. “Yo no vengo a comentar los problemas, sino que vengo a resolverlos” dijo en reiteradas ocasiones. “Vengo y pongo la cara ante los problemas”. Así fue avanzando casilleros en el tablero peronista y avalado por los votos, aún superando a la señora presidenta.
El ex motonauta mientras corría por la costa, se enteró se enteró en un kiosco de Mar del Plata, que iba a ser el vice de Néstor Kirchner y no de Roberto Lavagna, luego la agencia Telam lo anotició que su vice a la gobernación iba a ser Gabriel Mariotto, mientras esperaba un llamado de Cristina. Fue testimonial a la carta en el 2009, por orden de Néstor Kirchner. ¿Qué se puede esperar de Scioli? Que se reciclen las alfombras.
Scioli admitió la intervención política en su territorio, donde Mariotto su vice lo desautoriza y lo sume en ridículos legislativos. Además de haber permitido que le intervengan políticamente la provincia, permite que le intervengan económicamente su gobierno. Pulsó un revalúo y aumentó de impuestos que transfirió a la Nación. Es inadmisible, que ahora se victimice. Ha sido reelecto y no se conoce que haya reclamado los fondos de coparticipación. Todo está mal en la Provincia. Debe quedar en claro que el IOMA está al borde del corte de servicios, una prestación básica de salud de los bonaerenses.
Está claro que Scioli boqueó sus deseos presidenciales, cuando ya es casi inexorable que en la nueva legislativa del año próximo el “Cristinismo” impondría los candidatos a cargos legislativos que le aseguren la reforma de la Constitución, con la reelección incluida, sólo posible de obtener con tropa propia en las Cámaras del Congreso Nacional. Scioli no podía esperar más para romper, y ahora se victimiza, lo cual suele ser una buena estrategia de acuerdo a cómo le va en la feria a CFK.
“Manino” Iriart ha llegado a ser diputado provincial por la V Sección Electoral, que proviene de un cargo de Director de Subsidios, que se han otorgado en forma discrecional, por su función de armar cuadrillas de fans de Scioli portando globos y uniformes de color naranja, que le hacían el aguante frente el Hotel Hermitage.
Scioli ha sumado desaciertos, tras sus pretensiones políticas de cara a las presidenciales de 2015. Se puso un traje que le quedó grande. Lo están perforando y ha entrado en una espiral irreversible. Pero ha sido un ferviente admirador y predicador del modelo, del derrame de los beneficios. Pero también es absolutamente vulnerable, es un clavel del aire, prendido de una rama, y lo más predecible es su renuncia, ya que será incapaz de invertir esta tendencia, frente a un gobierno nacional que ha decidido quemar las naves.
La plata, el dinero, los recursos públicos son como la droga para Scioli. Ha hundido a la provincia en una crisis de la cual nadie sabe, cómo habrá de salir, no tiene la menor idea.
Esto no es la crisis internacional. Sino que es el resultado de una política irresponsable. No ha sido programado el presupuesto en función de las necesidades salariales de sus propios empleados públicos. En octubre nuevamente quedará sin fondos. ¿Cómo hará el en el tercer trimestre? ¿Cerrará escuelas, los hospitales y tribunales?
CFK encaró un camino sin retorno. El devaluado Boudou lo crucificó, Randazzo y Aníbal continuaron con el maltrato. Díaz Pérez (el intendente de Lanús) cayó en un exabrupto, un exceso que tiene un correlato verosímil, sino literal, con lo que piensan los barones del conurbano bonaerense.
“Siempre que un gobernador se enfrenta con el poder central, ha terminado mal”, dijo Daniel Scioli hasta el hartazgo. Pero hasta ahora no lo ha enfrentado y hay que admitir que bien no le va. Tiene menor imagen negativa que Cristina y esa encuesta lo ha envalentonado. Lo esperan Macri, Moyano, De Nárvaez y otros, de quienes se alinean en la retroalimentación en el propio justicialismo.
Scioli se hizo el distraído en la crisis del campo, en la pelea del gobierno con Clarín, la inseguridad ha provocado miles de muertos entre los bonaerenses, las víctimas se suman por minutos en el territorio provincial.
No es un conflicto político. Es el modelo económico que ha tocado fondo. CFK ha decidido hacer pagar los costos a los gobernadores, Scioli es uno de ellos, pero con una diferencia adelantó sus deseos de ser el sucesor, murió.
¿Ahora debe considerase un arte, la perdurabilidad de Scioli? Hace mucho tiempo que se lo conoce como mitad de amianto y mitad de tergopol, porque no se quema y no se hunde. Ahora hasta dónde va a gobernar Scioli por decreto. Mariotto lo tiene con la manzana rodeada. Ya le impusieron los lugares en las listas legislativas y lo asfixiaron, en el 2009. Ahora lo dejaron sin caja.
Para Cristina la culpa la tendrán todos los demás, entre ellos también Scioli, que no sólo ha sido tibio, sino que se ha arrastrado hasta poner en tela de juicio su propia dignidad política. Hoy les toca a los bonaerenses experimentar esta fórmula acabada, que ahora tiene un factor apremiante, el dinero.
Hay algo que no ha mensurado Scioli debidamente. Que lo han venido bastardeando desde el 2003 y se lo hicieron saber con el país de testigo. No hay retorno porque lo que se ha acabado es la plata, y Scioli que supo salir del naufragio de la Argentina, esta vez quizás no le arrimen ni un bote salvavidas.
Jorge Elías Gómez
Si yo redactase la mitad de mal que este periodista, seguramente me mandan a dirigir el tránsito a la villa 31. Las oraciones quedan descolgadas, algunas sin sentido y con total desprecio por la sintaxis, hay términos como “tergopol” que sabemos que “telgopor”. Más allá de todo eso, coincido con la nota, sobre todo en los primeros párrafos cuando se refiere al hecho de Plaza Mitre. Al Sr. Scioli lo pusieron donde está por el solo hecho que atrae votos, por alguna razón metafísica. Para gobernar habían puesto a Balestrini y actualmente a Mariotto. Es un delegado del poder central en la provincia de Buenos Aires y la gente cree que eligió a un gobernador. En los hechos, es “unitarismo”, no “federalismo”. Y en cuanto a la inseguridad, hay operadores que se llenan de dinero con ella, no existe voluntad política a nivel nacional de terminar con ella. Resumiendo, nos hacen creer que votando elegimos a alguien.
Hay una negación de la realidad- La relación se rompió-Solo quueda anunciarla,estan sopesando los costos y la oportunidad.La presidenta tomo la delantera: ya se lo morfo a Moyano y ahora al coso este que puso como gobernador.Los bonaerenses en la lona .Con muy poquito el año que viene gana y reforma la Constitución liberal y cipaya y se viene la Cristina perpetua.Ojala me equivoque -Scioli es un peso pluma para esta muchacha.