La decisión del presidente Javier Milei de apurar el intento de eliminar las PASO a nivel nacional inevitablemente pondrá sobre la mesa de discusión, si finalmente se concreta en el Congreso, una medida equivalente en la provincia. Y aquí, las implicancias podrían ser muchas: desde abrir una nueva grieta en el oficialismo hasta entorpecer la construcción de una alternativa de centro al peronismo.
El argumento principal de Milei para avanzar contra las PASO tiene que ver con el costo -unos $200 mil millones, dijo Guillermo Francos- de esas elecciones. Es una postura que sintoniza con una porción presumiblemente no desdeñable de la población, que además prefiere votar menos veces en el año.
La paradoja es que es dudoso que dar ese PASO le convenga a una fuerza naciente como LLA, al menos en los distritos donde la ausencia del apellido Milei puede tornar complicado el ordenamiento. O al menos esa era la evaluación hasta hace algún tiempo entre los libertarios de la provincia. Ahora, la potencia del liderazgo del Presidente para ordenar su espacio, sin que eso implique sin dejar de cumplir lo que al fin de cuentas fue una promesa de campaña. Lo dejó claro Sebastián Pareja, al lanzar al lanzar al ruego la posibilidad de una candidatura de Karina Milei a diputada nacional que hasta ahora solo había sido un rumor. Lo significativo que es Pareja lo hizo sin siquiera tener en cuenta a la porción de PRO que en territorio bonaerense todavía responde a la conducción de Mauricio Macri, con quienes supuestamente tiene abierta una negociación.
La hermana del presidente será candidata o no lo será, falta muchísimo para que haya confirmaciones sobre ese punto. Pero el modo en que se lanzó la novedad es el dato político actual: forma parte de un ninguneo a sus eventuales socios que está en sintonía con el modo en que la propia Karina (y Santiago Caputo) tratan a Macri. Encierra, dicen en la cúpula de LLA, otro mensaje: no temen una candidatura bonaerense de Mauricio. Su primo Jorge agitó esa posibilidad para tratar de condicionar la conversación nacional con lo que en la práctica fue una amenaza de dividir el voto anti Cristina, lo que mejoraría las chances de le Expresidenta en octubre. Pero darle verosimilitud sería suponer una especie de estrategia kamikaze del Expresidente, y nadie cree que se inmole solo para hacer daño.
El tono fuerte con que los libertarios arrancaron el año en PBA tiene otro trasfondo, cifrado en el desembarco en Mar del Plata que el martes protagonizará Karina. La elección de la ciudad o solo tiene que ver con que la costa funciona como vidriera política. La hermanísima busca cerra pase de intendentes de PRO, que en su lógica coronarían un corrimiento previo de votantes. Y el alcalde Guillermo Montenegro figura en esa lista, igual que Diego Valenzuela o Manuel Passaglia. Ritondo, Lospennato, Santilli, a quienes Macri postuló para negociar en su nombre, también la integran.
Si los libertarios parecen estar convencidos de no necesitar las PASO porque el apellido Milei, que porta Karina, tiene tanta proyección electoral que los blinda en la discusión interna, en otro sector de la oposición sienten todo lo contrario. Se trata de ese centro que intenta surgir, integrado por el radicalismo de Martín Lousteau y Facundo Manes (aunque, atención, también relojea como termina la pelea Kicillof-Cristina), el monzoísmo, los seguidores de Miguel Pichetto, de Florencio Randazzo y de sectores del peronismo bonaerense con terminal en el cordobés Miguel Scharetti. ¿Cómo ordenar ese espacio sin liderazgo sin una interna?
¿Cambio de planes?
En Unión por la Patria el expediente PASO forma parte del set de variables que mira el kicillofismo a la hora de definir la incógnita política del verano: desdoblar o no las elecciones. El argumento que hilvanan en un despacho importante de gobernación es que sin primaria nacional hay más chances de separar, porque al hacerlo no se sumarán más elecciones, con el consiguiente impacto negativo en el humor social. Eso no significa que quitar las primeras sea una condición suficiente para separar las elecciones bonaerenses de las nacionales, pero tal vez sea un indicio de qué hará el gobernador.
Al mismo tiempo, la idea de quitar las PASO era considerada hasta ahora como una posible (¿única?) coincidencia compartida por Kicillof, Cristina y Sergio Massa en materia de estrategia electoral. Pero puede ser que eso ya no sea así. Cerca del gobernador sostienen que podrían buscar el sostenimiento de las primaras a nivel provincial. El giro tiene que ver con la hipótesis de un quiebre con el cristinismo que derive en el armado de listas separadas. “Si eso ocurre, podríamos negociar ir a una PASO, lo que evitaría una ruptura total”, dicen Es posible que CFK aceptase eso. ¿Lo querrá también Máximo Kirchner?
Dicen que a gobernación llegó rem los últimos días un mensaje importante sobre este tema. Un juez de la Suprema Corte habría hecho saber -a titulo personal- que si las primarias nacionales se eliminan, él cree las bonaerenses podrían mantenerse vigente aunque la ley que las instauró en la provincia ligó unas con otras. Incluso, ese magistrado habría dado certidumbres de que es Kicillof quien retendría la facultad de elegir, convocatoria mediante, la fecha de esas elecciones.
Lo cierto es que mientras esa decisión madura, las señales de tensión continúan. Las reuniones con militantes del interior provincial (segunda, cuarta y quinta, secciones) que esta semana encabezaron Carlos Bianco y Andrés “El Cuervo” Larroque, dos de los “coroneles” más cercanos a Kicillof, demuestran que el armado propio sigue viento en popa. Tal vez la legislatura haya dado otro indicio: fue el propio Ejecutivo el que desbarató la reunión con la oposición para retomar la negociación por el presupuesto, la ley fiscal y el endeudamiento. Es un movimiento en el que muchos ven, además de tensión con la oposición, falta de acuerdos al interior de UxP. (DIB) AL