Política, Portada

Palcos en La Bombonera: una cotizada gratificación con vínculos políticos

 

 

Esa pasión de La Bombonera, el delirio de la 12, el estadio que late, es irresistible, es el éxtasis. Como escuchar a Dieguitos y Mafaldas.

Los palcos y abonos de gentileza y protocolo suben más que el dólar.

Siempre hay una gentileza en la transferencia de las ubicaciones de los titulares, a invitados que acceden al ingreso que habilita estar en la lista.

Maximiliano Abad militó con Cristian Gribaudo la sucesión de Angelici en Boca, que finalmente quedó en manos de Amor Ameal y  Juan Román Riquelme.

El diputado provincial dispone de abonos que utiliza ocasionalmente también con Marina Sánchez Herrero, su esposa y presidenta del HCD de la MGP.

Abad compartió su cercanía con el PRO a través de Gribaudo como lo hizo con Manuel Mosca, con quien solía cumplir “arduas” jornadas de trabajo en la capital de la provincia. Casi es de raza amarilla con ropa radical.

Pero Boca es una tentación y las ocasiones para asistir de garrón a uno de los espectáculos que figuran en la agenda turística internacional del país. No es para desperdiciar la oportunidad.

Y hubo “cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar” que llamó la atención en las redes sociales, que ávidas buscan indicios, pistas, elocuencias. Y encima “Ya se piensa en el súper clásico”

La suavidad del multimedios en ciertos tratamientos soslayan acuerdos que existen y los abonos dejan al desnudo esa reciprocidad. Boca es tan grande que también se convierte en una moneda. Y otras veces en un trueque, de hecho.

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