Un nuevo policía acusado de matar al reciclador Emanuel Márquez el viernes en el predio de Disposición Final de Residuos de Mar del Plata se presentó en los Tribunales en momentos en que el fiscal Alejandro Pellegrinelli se aprestaba a pedir su detención y declaró que disparó para defenderse.
Se trata de Cristian Matías Andrade, quien fue asistido por una defensora oficial. Andrade dio su versión de los hechos, tal como ya había hecho el lunes en calidad de testigo. Ahora, en cambio, lo hizo como imputado por el delito de “homicidio agravado”. Sin embargo, tras la audiencia no quedó detenido como había ocurrido con Jonatan Darío Franco, luego liberado.
Andrade dijo lo mismo que había dicho Franco: que los disturbios derivaron en una situación peligrosa y caótica y que los recicladores que se manifestaban en el puesto policial los agredían y buscaban sustraer sus armas reglamentarias, y reconoció los disparos que efectuó con una escopeta.
La autopsia al cadáver de Márquez indicó que la víctima recibió un disparo de arma larga. Ahora, el fiscal solicitó la realización de un peritaje balístico, que se llevará a cabo el viernes.
El crimen del reciclador
El hecho investigado ocurrió el viernes alrededor de las 15, durante una de las tantas disputas que hay en el predio cuando se aproximan los horarios de descarga. Esa pelea cobró una mayor magnitud y los policías del destacamento intentaron intervenir. Algunos testigos -otros recolectores- señalaron que la policía efectuó disparos al aire y eso alteró los ánimos. Lo que siguió fue una suerte de revuelta contra los policías que quedó reflejada en un video que circuló por las redes.
En la secuencia se puede ver a Márquez blandiendo un fierro y atacando a los policías. Junto a él, otros recicladores también atacan a los policías. En el marco de la pesquisa, quedó confirmado que al menos una de las armas reglamentarias desapareció y que eso reclamaba uno de los policías.
Horas después, el fiscal Pellegrinelli dispuso la aprehensión de uno de los policías (Franco) y el secuestro de tres pistolas reglamentarias para ser cotejadas con los accidentes balísticos del lugar y con los plomos recuperados. El sábado, Franco dijo que había disparado su pistola para defenderse. El lunes, al confirmarse que el cuerpo de Márquez presentaba una sola lesión fatal provocada por un disparo realizado con una escopeta, quedó libre, y las sospechas recayeron inmediatamente sobre Andrade, quien portaba la única arma larga que había en el puesto policial. (DIB) GML
