Por segundo jueves consecutivo, un grupo que no superaba las 50 personas, manifestó al ruido de sus cacerolas frente al Hotel Hermitage, para protestar contra la política oficial según se podía leer en sus improvisadas pancartas “Ni Cuba ni Venezuela” “Contra la corrupción”, en favor de los jubilados y de los Derechos Humanos para todos.
La convocatoria que se realizó a través de redes sociales y por cadena de mails, comenzó alrededor de las 19.00 y se extendió hasta pasadas las 20.00, destacándose claramente un mayor porcentaje de mujeres, que promediaban los 50 años. Columnas de alumbrado, de semáforos y de caños de señales verticales, sirvieron para agregar sonido a las clásicas cacerolas. Los manifestantes que en algún momento, liberaban sólo un carril de Boulevard Marítimo, que permitía el paso sólo un auto o colectivos, asociándose algunos de ellos con un toque de bocinas.