“Con elementos deformes (esta locura programática, este sistemático método expresivo de patear el tablero cada cuatro cuadritos), Gustavo Sala ha hecho y va haciendo una obra tan seria y coherente como pocas en la historieta argentina de estos tiempos, no es un misterio ni un milagro. Es un chiste. El mejor…”. Las palabras corresponden a Juan Sasturain. Para qué agregar algo más, sólo coincidimos.
Este sábado Sala, ese humorista gráfica de la deformidad pero que nunca es miserabilismo o cinismo, estará presentando un paso más en su carrera, una nueva recoplicación de sus materiales en forma de libro. En este caso, Bola triste, de reciente aparición por editorial Moebius.
La cita, inevitable para los muchos fanáticos que ha cosechado es a las 19 en el café teatral Emilio Alfaro del Complejo Auditórium -Boulevard Marítimo 2280-. Lo acompañará, a modo de moderador, Pablo Vasco, compañero de andanzas también en noches de teatro del recordado espectáculo Afeitándose en Alemania.
Bola triste es una antología a todo color que recopila chistes y tiras que Sala realizó durante la última década, incluyendo en su totalidad a la serie El baño, que apareció en la nueva etapa de la mítica revista Fierro. Incluye además algunos trabajos inéditos.
Como el año pasado con la edición de Bife angosto, el humorista vuelve a demostrar que está entre los artistias marplatenses con mayor proyección a nivel nacional e internacional. De hecho, ha sido convocado para publicar en revistas de España y en nuestro país, lo hace en Rolling stone, Página/12 y demás. Artistas de culto, pero también alguien que reniega de esas estructuras, además escucharlo es un placer humorístico también.