Óscar Romero fue el quinto refuerzo en llegar a Boca y su presentación se llevó a cabo este viernes en la sala de conferencias del “Xeneize”, en la Bombonera. Luego de desvincularse en común acuerdo con San Lorenzo, el paraguayo estaba sin club. Arribó a Argentina hoy a la mañana, superó la revisión médica y ya está a las órdenes de Sebastián Battaglia.
A su vez, reconoció que era una gran satisfacción ser nuevo jugador de Boca: “Uno es consciente que llega a una institución muy grande, es un orgullo muy grande. Espero estar a la altura. Uno tiene la linda responsabilidad. Ángel (su hermano) me mandó un mensaje deseando todo lo mejor. Esperemos hacer bien las cosas en Boca para darle muchas alegrías a la gente.
Sobre su incorporación a la institución, reveló que fue clave el llamado del vicepresidente: “Fue muy rápido cómo se dio. Tuve una llamada de Román que cambió todo, el trato, el desafío. Boca, por supuesto, seduce a cualquier jugador, en mi caso se dio de esa manera. Estoy contento, mi familia también, y eso me pone mucho más tranquilo. A disfrutar este desafío”.
Para la sorpresa de muchos, Romero indicó que su ídolo futbolístico es Juan Román Riquelme. “Lo observaba en mi carrera. En 2007. cuando vine de chiquito, lo veía que entrenaban y estaba ahí él. Fue como un espejo para mí ser como él. Recibir esa llamada de él para jugar en Boca fue un privilegio, un orgullo”, remarcó.
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