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La variante ómicron de coronavirus -que podría contagiar a 60% de los europeos antes de marzo- dio paso a una nueva fase de la pandemia de Covid-19 en esa región y podría precipitar su final, consideró este domingo el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge.
”Es posible que la región [por Europa] se acerque al final de la pandemia”, declaró a la agencia AFP Kluge, el conductor de la región Europa de la OMS, que incluye 53 países y territorios, incluidos algunos de Asia Central. Aunque a pesar de su tono esperanzador, el especialista llamó a la prudencia, debido a la versatilidad del virus.
En cuanto la ola de ómicron se calme, habrá durante algunas semanas y meses una inmunidad global, ya sea gracias a la vacuna o porque la gente se habrá inmunizado por la infección; y también una bajada a causa de la estacionalidad”, consideró Kluge.
Sin embargo, aclaró que todavía Europa no se encuentra en una “era endémica”, al destacar: ”Endémica significa que podemos prever lo que va a ocurrir. Este virus ha sorprendido más de una vez, así que tenemos que ser prudentes”.
Ya a fines de diciembre del año pasado dos médicos israelíes de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Zvika Granot y Amnón Lahad, pronosticaron también que ómicron podría ser “la luz al final del túnel”, al valorar como una señal positiva que esta variación sea más infecciosa, pero menos agresiva que las anteriores.
Actualmente, el continente europeo está en el epicentro del repunte de casos que produjo a nivel mundial esta variación, que fue detectada por primera vez en Sudáfrica y que los especialistas consideran más transmisible. En otra oportunidad, Kluge había subrayado que ómicron presentaba varias mutaciones “capaces de fijarse más fácilmente a las células humanas” y afectar a personas que ya tuvieron Covid-19 y están vacunadas, algo que quedó en evidencia con las últimas infecciones.
Mientras tanto, hoy casi 50.000 personas protestaron en Bruselas, en Bélgica, contra las restricciones impuestas para luchar contra el Covid-19, como el pasaporte sanitario. En esa jornada -a la que llegaron europeos desde distintos países, como Francia y Portugal, y que las autoridades entendieron como la mayor de una serie de manifestaciones de los últimos meses- hubo violentos enfrentamientos con la Policía, donde se utilizaron cañones de agua y gases lacrimógenos, cerca de la sede de la Unión Europea (UE). Incluso, la radio RTL informó que algunos enmascarados rompieron una ventana en la entrada del sector de Asuntos Exteriores de la UE.
En la Argentina, ómicron desató una tercera ola de Covid-19 que marcó récords históricos de contagios, por encima de los 100.000 diarios. No obstante, aquí también la ministra de Salud, Carla Vizzotti, se refirió a las versiones científicas de que tras esta cepa podría concluir la pandemia. “Se ve que los contagios de esta variante crecen rápidamente, pero también descienden rápidamente”, manifestó la titular de la cartera sanitaria, aunque prefirió también mostrarse cauta.
En tanto, el 11 de enero pasado ya se cumplieron dos años de la muerte de un hombre de 61 años en la ciudad china de Wuhan, que fue considerado como la primera persona fallecida con Covid-19, una enfermedad que en ese entonces no tenía nombre y se consideraba una extraña neumonía.
Desde ese momento, de acuerdo al sitio World O Meters, hubo más de 350 millones de casos confirmados a nivel mundial y 5,6 millones de muertes.
Ahora, en China testearán a dos millones de personas, a dos semanas del inicio de los Juegos Olímpicos de invierno. Las autoridades de Pekín anunciaron que estas pruebas que se iniciarán hoy estarán dirigidas a los habitantes de un barrio -Fengtai, en el sur de la ciudad- donde se detectó un pequeño brote.
No obstante, el número de casos allí -donde identificaron la circulación tanto de la variante delta, como de ómicron- es insignificante comparado con los brotes masivos en otras partes del mundo. Pese a ello, varios pequeños avances en los contagios pusieron a prueba la estricta política de “Covid cero” que ese país mantuvo, mientras que el resto del mundo se abre gradualmente. (DIB)
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