La variante Ómicron genera que los niños que tienen COVID-19 desarrollen laringitis aguda, así lo determinaron estudios realizados en Estados Unidos y Sudáfrica.
La laringitis aguda, también conocida como crup, es una inflamación de las cuerdas vocales de la laringe y la tráquea. Cuando una persona recibe el diagnóstico, presenta como síntomas dificultad para respirar, presenta una tos seca y su voz se vuelve ronca. En este contexto, médicos norteamericanos analizaron a los pacientes del Hospital Infantil de Seattle y confirmaron un gran aumento de esta afección asociados a la variante Ómicron.
Los datos fueron extraídos de las historias clínicas de los pacientes atendidos desde el 30 de mayo y hasta el 30 de noviembre del año pasado. En este marco, las personas que se presentaron con laringitis aguda tenían más chances de dar positivo de coronavirus. “Durante la oleada por Ómicron, la incidencia de laringitis aguda o faringitis aguda casi se duplicó en comparación con la tasa de los meses anteriores, mientras que al mismo tiempo disminuyó el número de casos de parainfluenza identificados”, comentaron los especialistas.
Sudáfrica también analizó los casos de la nueva variante de coronavirus en su región y descubrió que el 2,4% de los niños de 13 años o menos que fueron hospitalizados por COVID-19 con la variante Ómicron tenían un diagnóstico de laringitis aguda.
Una de las explicaciones que dieron los especialistas es que Ómicron produjo una mayor cantidad de casos que las variantes anteriores, entonces, al subir el número de contagios, aumentó la posibilidad de que haya más niños con laringitis aguda.
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