A horas de la elección de autoridades en el Concejo Deliberante, el intendente de Olavarría, Ezequiel Galli, realizó una serie de movimientos que modificaron sensiblemente las el escenario político local y alteraron la fisonomía del nuevo cuerpo legislativo.
A priori, el centenario partido iba a contar únicamente con Sebastián Matrella (ex presidente de la Sociedad Rural de Olavarría). Pero de modo sorpresivo, el oficialismo anunció que le concedía una de las bancas a su socio electoral: “La amplitud y la diversidad de voces no solo se declaman, se demuestran con hechos concretos. Con todos los dirigentes de la UCR compartimos los mismos valores y, desde la divergencia, vamos trabajar para seguir cambiando la vida de todos los olavarrienses” expresó Ezequiel Galli.
El nuevo pacto, buscó sanar las viejas heridas que el PRO tuvo con la conducción del Comité Radical. Desde el inicio de su gestión, Ezequiel Galli mostró profundas diferencias con el sector liderado por Franco Cominotto, uno de los dirigentes bonaerenses más cercanos a Martín Lousteau .
En más de una oportunidad, el líder del PRO había apoyado silenciosamente a dirigentes que participaron en las internas del Comité y había pactado con otros sectores ajenos al oficialismo partidario a la hora de la integración en el gobierno. Antes de los acuerdos provinciales de Juntos, la UCR se posicionó en un rol opositor a través de la banca del edil Martín Lastape, quien reiteradamente cuestionó a la gestión local por el manejo de los servicios públicos concesionados o la falta de presupuesto a las localidades del Partido. Incluso en la campaña de las PASO hubo conflictos, con denuncias de quita de pasacalles y agresiones.
¿Una decisión salomónica o una jugada estratégica?
Si se miran los números fríos, el intendente Ezequiel Galli arriesgó la mayoría en el Concejo Deliberante. De contar con 10 lugares de su núcleo duro, tendrá 9 y deberá consensuar con sectores opositores el avance de las leyes dado que no contará con el voto doble de Presidencia. Si bien resta la confirmación, una fuerte versión indica que la UCR formará un bloque propio y no conformará un interbloque como inicialmente se especulaba.
Sin embargo, Ezequiel Galli cuenta con as bajo la manga. María José González se tomará licencia y podrá retomar su banca si el oficialismo se siente acorralado. Ya lo hizo en 2020, cuando Juan Mujica (Subsecretario de Administración) regresó al Concejo Deliberante por reincorporación automática (sin votación), cuando corrió riesgo la aprobación de una deficitaria Rendición de Cuentas. Celeste Arouxet y Guillermo Lascano se alejaron del bloque oficialista y el gobierno local apeló a esa carta salvadora.
A partir del gesto político de ceder una banca, el intendente de Olavarría se aseguró cierto reconocimiento ciudadano en tiempos donde prevalece la mezquindad política. De alguna forma, también condicionó el desempeño de sus aliados. Incluso legitimó una hipotética intervención como la mencionada anteriormente si ve “traicionada” su confianza.
Más cambios en el Concejo Deliberante
Además del acuerdo con la UCR, el oficialismo anunció algunos enroques. El actual presidente del HCD y primer concejal electo en las últimas elecciones, Bruno Cenizo, será designado como secretario de Cultura municipal.
De esta forma, la presidencia quedará en manos de Cecilia Krivochen, ex subsecretaria de Comunicación del municipio.
La otra sorpresa, aún a la espera de confirmación, sería el ingreso de una ex funcionaria de José Eseverri. Margarita Arregui, ex concejal y ex secretaria de Planificación e Inversión Pública, ingresaría como secretaria del HCD en lugar del radical Leandro Lanceta, quien también pasará a cumplir funciones en el Ejecutivo. Pese a algunas especulaciones, distintas fuentes negaron que su llegada sea producto de una negociación con el ex intendente de Olavarría.