En medio de la inusual ola de calor, el Gobierno negocia con cámaras empresarias para que el sector productivo reduzca su consumo de energía entre las 13 y las 16 durante los próximos días en un intento por evitar nuevos apagones masivos en el medio de la ola de calor que vive gran parte del país, al afirmar que “la prioridad es la energía residencial”.
Las charlas son conducidas por el secretario de Energía, Darío Martínez, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, e involucran a las principales cámaras industriales.
El Gobierno tomará “medidas para disminuir el consumo eléctrico”, en el marco de un diálogo “profundo y minucioso” con las grandes empresas, había anunciado más temprano la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, en conferencia de prensa. Las conversaciones se mantienen con la Unión Industrial Argentina, la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires y con la CAME, entre otras organizaciones, que “reúnen a una cantidad de empresas que son las que más consumen electricidad en la zona, sobre todo, del Gran Buenos Aires”, afirmó la funcionaria. Y agregó: “De los 28.000 MWh de demanda que hay, 10.000 corresponden a los grandes usuarios y a las grandes empresas. Por lo tanto, una reducción en ese sector es realmente lo que va a ayudar a que el sistema pueda funcionar y pueda hacer frente a la demanda, más allá de que puedan suceder contingencias”.
A raíz del aumento del consumo previsto para este jueves y mañana viernes -día en que la ola de calor alcanzará su pico máximo-, las estimaciones de los especialistas dan cuenta de una utilización récord de la potencia instalada que podría “tener un requerimiento de 28.800” megavatios, un nivel “más elevado” que el del martes pasado.
Conversaciones
En conferencia de prensa, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y Darío Martínez aseguraron que se solicitó al sector industrial que entre las 13 y 16 “reduzca la demanda de energía” en aquellas fábricas que “no tengan ciclos continuados”, en el medio de la ola de calor que vive gran parte del país, al afirmar que “la prioridad es la energía residencial”. Los funcionarios indicaron, además, que se está haciendo un monitoreo permanente de la situación energética del AMBA y de la provincia de Buenos Aires.
Martínez sostuvo que la proyección del récord histórico de consumo está vinculado al “proceso de reactivación económica” que vive el país, que implica mayor demanda energética, además de la ola de calor.
El ministro de Seguridad rechazó que las interrupciones del servicio energético, como se dieron en los últimos días, se deban al valor del servicio: “Lo escuché hablar al sinvergüenza de Aranguren: se consume porque se produce, señor. No se hace como ustedes que rompieron las industrias”, dijo Aníbal Fernández sobre el exministro de Energía de Cambiemos.
En ese marco, el ministro advirtió que en los últimos años “no se invirtió ni un paquete de caramelos” para mejorar la infraestructura que permita garantizar la correcta provisión del suministro eléctrico para viviendas, comercios e industrias.
“Por el crecimiento de la demanda de la actividad industrial más la ola de calor estamos ante un pico de demanda histórico, por eso pedimos el acompañamiento de la industria, en horario pico se va a notar. Proyectamos un pico de 28.550 megas para hoy, récord histórico. El sistema está trabajando a tope y por eso le pedimos a los grandes usuarios que reduzcan la demanda de energía. Estos picos de demanda serán hoy y mañana”, agregó Martínez.
Trabajo remoto
Martínez y Fernández resaltaron que el presidente Alberto Fernández decidió acompañar este pedido hacia el sector productivo con la disposición de la modalidad de trabajo remoto o a distancia para hoy y mañana en la administración pública nacional a partir del mediodía para reducir el consumo de agua y energético en las dependencias frente a las altas temperaturas.
Al respecto, el ministro de Seguridad cuestionó que el jefe del Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no tomara una medida similar en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires, argumentando que la mayor parte de los empleados estatales estaban abocados a atender la situación sanitaria derivada de la pandemia. “Es una decisión política, ventajera, chiquitita en términos de político, no en pensar en el prójimo de lo que necesita”, se quejó Aníbal Fernández. (DIB) MM
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