Estudiantes de Caseros, Quilmes, Boca y el Je…Je…que causa cada vez menos gracia. A River no le falta mucho, pero tampoco le sobra nada. Ha quedado al desnudo, que el ego del entrenador riojano, es en realidad un contrapeso, si la suerte le decide jugar en contra. El “yo no me fui (a la B)”, no fue producto de la casualidad, estoy seguro que lo ha repetido en privado en infinidad de ocasiones, aunque ahora le tocó hacerlo ante 50.000 personas en la cancha y ante millones de hinchas de River que seguían el partido por televisión.
Es doloroso saber lo que se ha vivido, la tristeza y la frustración que hemos pasado en el último año y medio. Pero para él fue necesario cubrirse personalmente, salvar sólo su ropa, algo de lo cual sospecho desde hace mucho tiempo. No es caer con dureza, pero se debería reflexionar sobre el tema y sobretodo con el cheque en blanco, que los hinchas le brindan incondicionalmente (por ahora).
Como hincha de River, es por lo menos una grosería el “Yo no me fui”, es una “Ramoneada” o la tomas o la dejas, pero se debería ser más profundo, aunque haya sido en definitiva una cuestión del momento.
Mientras hay en juego un proceso electoral, cuando los millones de hinchas de River no queremos sumar más decepciones e ir por recuperar un poco de la gloria perdida, Ramón debería ser más respetuoso, aunque lo haya desbordado el especial momento y el escenario de la cancha con olor a Riachuelo.
Pero tengo una sensación. Que a Ramón Díaz se lo está devorando el personaje, el de las chicanas, el de “sacar la presión a los demás” y transferírsela a su mochila personal, a esta altura más me parece que todo esto es relativo.
Como conclusión quedamos eliminados con Estudiantes de Caseros en un torneo que clasifica a la Libertadores, se perdieron dos puntos con Quilmes en el Monumental, y otros dos Boca, todo sólo en dos semanas. En los tres casos hay una clara responsabilidad del DT. Con todos esos puntos en la bolsa, hoy el presente sería el que nos merecemos, seguir en la Copa Argentina y estar en la punta del Torneo Final. ¿O no?
Cuánta espalda tiene Ramón Díaz para superar todo esto, es difícil de mensurar. Pero vale esta reflexión: El técnico más ganador de la historia de River fue eliminado por un equipo de tercera categoría y tampoco pudo ganarle al que definió “Como el peor Boca de la historia”.
Ramón Díaz cree que es el ombligo de River, pero habría que invitarlo que a la brevedad posible, tenga una mirada introspectiva, y esperar que no nos vuelven a suceder estas contingencias, que si bien están dentro de las posibilidades, creo que debería haberlas evitado como máximo responsable de la conducción futbolística del equipo.
Ya el Je… Je…, no provoca tantas risas, en realidad preocupa, si se lo ha devorado el personaje, estamos en problema. Sin ser una crítica, entiendo como válido que este tema comience a analizarse, porque así como hay miles de hinchas que gritan por su nombre y lo han depositado en el lugar que ocupa, en cualquier momento esos mismos miles, pueden manifestar su fastidio y su rechazo. Sólo para tener en cuenta. ¿Los chupetines? Son para entretener a los chicos y estamos hablando de gente grande
Jorge Elías Gómez
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