No es una mesaza sino un quirófano, por su mesa de operaciones

Que les haya tocado a Carlos Pagni, Alejandro Fantino y González Oro, dejó al desnudo cuáles son los soportes del programa de Mirtha Legrand, ícono de la programación televisiva, que parece haber entrado en la bancarrota. Derraparon mal la conductora y su nieto “Nacho” Viale, quien tiene a su cargo la producción de las legendarias mesas de la señora Legrand.

El nieto de la diva, no quedó enceguecido por el rating, sino por los ingresos económicos que el mismo produce. Paralelamente los PNT (que la señora siempre pide con una sonrisa cómplice a sus invitados) son también ingresos de la publicidad no tradicional que se facturan por segundo en el aire del programa que va por la televisión abierta.

La familia es una marca registrada del mundo de la farándula, se vende bien, tienen carácter, Marcela y Juanita, oficio que heredaron y algunos éxitos. Siempre hay operaciones en la mesa de uno de los programas que más consume el público argentino.

Mirtha desde la cabecera, pontifica o demoniza, pero casi nada es gratis. De manera encubierta, siempre hay un mensaje, detrás de un admirable guión ha logrado seducir a los invitados que se lucen en su mesa. Pero este fin de semana, hasta Guillote Coppola se levantó de la mesa, en un gesto evidente, que no estaba dispuesto a compartir el disparate que nadie atinó a disipar.

Es como que no quedó lugar, entre la honra y la sabia decisión de saber decir que no a ciertas cosas: cómo por ejemplo a los cuantiosos y generosos montos que reportan las operaciones de inteligencia, que manejan discrecionalmente fondos reservados.

Los afectados apuntan a este flaco costado que quedó en evidencia en la organización del programa. No hubo decoro ni disimulo. Sabían muy bien por su experiencia, que era más probable que pudiera suceder lo que finalmente ocurrió.

Es cierto que por su trayectoria, a la señora Legrand se le perdona casi todo. Ahora quedó en el ojo de la tormenta,  todo su clima y entorno sospechado. Pagni, Fantino y González Oro, saben que les tocó la peor parte, sufrir el límite de la ambición desmedida. Hoy Mirtha pierde frente al programa de  Andy Kusnetzoff, que crece por Telefé.

No es procedente que se invite al intendente de General Pueyrredon, a una de las mesas de temporada alta del programa que sale del Hotel Costa Galana. La oferta fue a cambio de exorbitantes precios de espacios publicitarios, no sólo para estar sentado junto a otras figuras, y además mostrar los paisajes de la ciudad durante el ciclo marplatense.

Una falta de respeto no invitar al intendente de la ciudad desde donde transmite sus programas. Es un golpe bajo, un tradicional PNT que factura Ignacio Viale, quien también produce y organiza el Coloquio de IDEA en la ciudad. Un fantástico escenario para ir por el filón de las empresas privadas. No quedó enceguecido por el rating, sino por la caja.