También es claro, que junto al “Chavo” Fucks saturan la pantalla, con sus palabras y latosos comentarios superan las imágenes. Cuando juega River, no hay más remedio que bajar el volumen de la transmisión televisiva y escuchar la radio. Cuando juega la Selección Argentina, afortunadamente, hay otras dos opciones el relator de Telefé y el de Torneos y Competencias, en canal de aire o por videocable.
Closs imaginó que luego del empate contra Bolivia, y el 0 – 1 con Colombia, todo era un canto a la decepción. Y durante su relato le pegó a Federico Fernández, a Sosa, a Guiñazú, a Braña a cómo jugaban, cómo se ubicaban, cómo se equivocaban, que no aparecían, que íbamos irremediablemente hacia otra derrota como contra Venezuela. No aparecía Messi ni Higuaín, nada.
Era también evidente que Sabella, se llevaba las palmas de la contrariedad de Closs, que movía jugadores, puestos, inducía modificaciones etc., sin tener en cuenta que 72 horas antes (como había ocurrido antes de enfrentar a Venezuela) se había jugado contra Bolivia, para luego ir a un mortificante clima deportivo caribeño. Pero el entrenador tenía un plan B.
No precisamente desde la comodidad del relato, sino desde su capacidad. Decidió el ingreso de Agüero (venía de una lesión por eso no era utilizado), movió a Sosa y ya estaba en cancha De Sábato por la lesión de Burdisso.
Hubo respuesta física y de juego contra los colombianos (que se habían juramentado hacer sentir visitante a Argentina desde el momento de pisar suelo cafetero). Ya se sabe el dos a uno, oxigenó a Argentina y a Sabella, fundamentalmente.
Closs, se supone que debe tener un filo pro K, de lo contrario el Estado Nacional no lo contrata para la Televisión Pública, en este Futbol Para Todos, dónde “Marianito” debe salir como el sueldo de 50 docentes que pagamos todos. Este es el concepto del manejo de los recursos públicos. No es el relator de La Red, Continental o Rivadavia. A Closs lo pagamos todos, por eso molesta e irrita esa bajada de línea, que tenía contra Alejandro Sabella.
El negocio de las transmisiones de futbol de primera división, (ampliadas al ascenso por la participación de River) es la caja del Estado para sostener a clubes con administraciones escandalosas que cierran con déficits todos sus ejercicios. Sin el dinero del estado los clubes estarían en la quiebra, aunque técnicamente lo están de hecho. El gobierno le da cobertura económica los desaguisados económicos de los clubes que se endeudan irresponsablemente. Es la propaganda política que financia el país, como los subsidios a los casinos, hipódromos, bingos, Barrio Parque, Recoleta y Puerto Madero.
Pero no fue el único que habló. El que también abrió la boca, fue César Luis Menotti quien se fue de noche de Independiente, donde comandaba un proceso que incluía las divisiones inferiores. Era un manager o una figura rentada similar, contratada por el Club Atlético Independiente, que ya lleva como tres técnicos depuestos, con Menotti a la cabeza y con los Diablos Rojos mirando más la promoción que la punta, a partir de 2012. Menotti nunca dirigió a la Argentina en una eliminatoria, jugó como país organizador en 1978 y en 1982 como campeón, terminó 12 ° sobre 16 equipos una de las peores campañas de toda la historia.
En esta línea de análisis, se debería recurrir a una figura apegada al gobierno, que ve destituyentes, golpistas y conspiradores entre el periodismo, analistas económicos, la oposición, el campo etc. Closs es un inspirador letal desde el fierrito.
Dijo Menotti no vi nada positivo en lo que hizo Sabella, en mi equipo sólo jugarían tres jugadores de los que puso Sabella. Hace poco lo distinguieron a Menotti por la identificación de los argentinos con su futbol. Closs y Menotti, me imagino, deben curtir la misma onda oficialista, y tal vez estén imaginando un golpe de timón en un gobierno que dicen que va por todo, aprovechando algún quiebre en la salud de Julio Grondona.
Sabella no es sólo un excelente técnico, sino que ha demostrado una profesionalidad, honestidad y dedicación al servicio de armar y dirigir equipos de futbol. No es lo que se define como un payador. Sería bárbaro que lo dejen tranquilo, que no lo acosen, ya algunos comenzaban a dudar sobre su permanencia en el cargo, si Argentina perdía con Colombia.
Jorge Elías Gómez
En el ’82 eran 24 equipos. Salió 12 de 24.