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Nativos tandilenses no residentes en su ciudad instan a seguir el rumbo

Tandilenses no residentes en su ciudad natal, y que vuelven a la misma en forma periódica observan objetivamente cómo se produce un crecimiento, avances que impactan de manera urbana y en el mejoramiento constante de la calidad de vida de sus habitantes. Son aspectos que se consolidan y se vuelven constantes.

Son variables que miden organismos internacionales, que fijan estándares de posicionamientos que tienen directa relación del orden como característica. Es difícil tender a la excelencia y obtenerla total o parcialmente, es un desafío permanente. Es un cúmulo de decisiones complejas, en las cuales intervienen jurisdicciones extrañas, provinciales y nacionales, las cuales han jugado en favor del progreso, todo ha sido sorteado con éxito.

Tandil estabilizó la curva ascendente, logró el equilibrio de la participación de capitales privados con la intervención, con el significativo aporte de la Universidad Nacional del Centro. Ha logrado sostener los pilares que mantienen esta especie de fenómeno, que la ha convertido en el faro de ciudades vecinas y actualmente en excluyente polo regional, por su empuje y objetivos cumplidos.

En este orden se destaca el vínculo con otros países, donde han prosperado los intercambios culturales y comerciales, ha despegado del discurso con acciones concretas. No ha sido la declamación, sino portación de iniciativas propias de un Ministerio de Relaciones Exteriores.

Sólo matices la separan de su condición ideal, poco para corregir a la luz de los resultados más exigentes. El hecho de trascender en el podio de la red de mercociudades o en niveles mundiales donde califican sólo urbes de hasta 150.000 habitantes.

Instar a seguir este rumbo ya no deparará sorpresas, sino que obrará como consecuencia, una forma de premiar con el reconocimiento y trabajar para conservar índices desconocidos en su conjunto y que contribuyen al bienestar de toda una comunidad.

Valores, planificación a largo plazo, vocación y sentido de pertenencia, sostienen este resultado de efecto multiplicador, que podría provocar el derrame de sus beneficios a 45.000.000 de argentinos. 

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