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Mute tras la fisura del PRO en Mar del Plata: Políticamente es el conurbano del GBA

 

¿A HRL quién le compraría un auto usado? La verba popular lo resume en una pregunta. Lo cierto es que torpe y burdo abrió una fisura muy difícil de sellar entre los amarillos. No hay retorno, porque además arrastró a la coalición opositora representada además por la CC y la UCR, que obviamente tomarán partido y no es un reducido.

Ya el hombre llegó complicado con un primer concejal como sucesor orgánico, que tiene vedado el ingreso al despacho principal de Yrigoyen 1627. Montenegro es el fruto de la conurbanización política de Mar del Plata, que luego se extendió en la introducción del forastero Alejandro Rabinovich que se mudó por unos meses desde Palermo Zoo, hasta que accedió a una banca de senador provincial por la V Sección Electoral. Dicen que se sintió aliviado, porque La Plata (la ciudad capital de la Provincia) le queda más cerca, hay que ser preciso literalmente. Más en estos casos en los que no son cuidadosos

Maximiliano Abad hizo la cómoda, no se complicó y comparte el loteo con el intendente en el Departamento Ejecutivo y en el Concejo Deliberante. La UCR como socio ocupó el mismo papel que en el período 2015/2019. Nada para debatir sino usar los sellos para los acuerdos. Ahora tampoco se expide ni saca los pies del plato. Una ausencia grotesca.

¿Hasta dónde llegará la deflagración en el PRO? HRL ambicioso y obsesivo por calzarse el traje de candidato precipitó una explosión, que nadie sabe cómo apagar. Hay que rescatar que ha sido respetuoso de su historia plagada de incidentes de esta naturaleza.

No hay que olvidar y el momento así lo aconseja el kicaos que armó Grindetti en Lanús e Independiente de Avellaneda, junto con Ritondo. Por una cuestión de agenda electoral deberían ser más precavidos, así no precalifican.

¿Y qué pasa en Mar del Plata? La más sabia es “desensillar hasta que aclare”. Montenegro no sabe no contesta y el exegeta dignatario poco tiene para agregar y mucho para callar.

Ya en el 2015 se adelantaba que el PRO no iba a poder ganar territorialidad, y salvo casos aislados no lo hizo en todo el interior del país.

La crisis de crecimiento los agarró con los pañales en la mano. Es un desatino mayúsculo que no lo pudieron o no supieron resolver dentro de su propio órgano partidario. No es fácil a 2 meses de las PASO transitar por este introito. Y ahora deberá ser urnas para todas y todos, no hay otra salida, después la ambulancia se encargará de los heridos, como siempre sucedió en la política argentina.

NOTA VINCULADA

No se hagan los rulos: aún in pectore, pero irá por la reelección

 

 

 

 

 

 

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