El devastador avance del coronavirus en el interior del país tiene a la provincia Santa Fe como uno de sus puntos más críticos, y a pocos días de que falleciera por covid-19 el ex gobernador Miguel Lifschitz, se conoció este domingo el deceso del jefe policial de la ciudad de Rosario, comisario Adrián Forni.
Internado en el mismo Sanatorio Parque donde se produjo la muerte de Lifschitz, el estado de Forni fue empeorando de manera gradual, luego que en primera instancia fuera alojado en una sala común dando la impresión de que lograría sobrellevar el cuadro y recuperarse.
La temibles derivaciones del coronavirus, sin embargo, fueron complicando el cuadro pulmonar del jefe de la policía rosarina, obligando primero a alojar a Forni en el área de cuidados intensivos, hasta que este domingo llegó la triste noticia de su fallecimiento.
Según destacó el diario rosarino La Capital, el propio jefe policial había informado vía whatsapp a sus amigos y subordinados el cuadro que lo aquejaba, instándolos a que “tomen conciencia y no subestimen al covid, porque es un asesino muy inteligente, no un bichito que solo levanta temperatura”.
Forni había asumido la jefatura de la policía rosarina a fines de 2020, y antes había estado a cargo de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) y de la Unidad Regional IX, con sede en Reconquista.
Esas palabras, conocido ya su deceso, adquieren una contundencia dramática, y replican a las de otros afectados que en determinado momento confiaron en estar superando el cuadro y pocas horas después se encontraban ante un callejón sin salida, sumándose a la lista que ya va camino a los 80 mil muertos por la pandemia desde el año pasado.En el audio citado por La Capital Forni señalaba que empezó a “sentirse raro”, primero tuvo 38.5 grados y en el hisopado dio positivo.
Luego en la semana, mientras seguía con fiebre alta, contó : “Vi la muerte, el cuadro cardíaco estaba a 135, me tiré bajo la ducha helada y sentía que me iba a explotar el corazón. Cumplan con todos los protocolos que la provincia ha ordenado porque es real, este virus es mortal”. Un mensaje que a la vista del desenlace queda como una postal dramática de la pandemia.
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