El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, generó un nuevo malestar en su gabinete que se suma al que ya había adelantado LPO hace un mes a partir de recortes en los sueldos de funcionarios, y en el uso de celulares y choferes. El jefe comunal había dado las razones de por qué no se vacunó el 12 de febrero.
El malestar se disparó hace 15 días cuando reunió a sus secretarios y les dijo “acá no se vacuna nadie hasta que le toque. Salvo que se quieran ir que laburar a un hospital o centro de salud”.
Según pudo saber LPO, Montenegro fue convocado para vacunarse por las autoridades sanitarias en la etapa en que el gobierno provincial buscaba generar confianza en la vacuna, pero siempre dijo que no. “El que se vacuna antes de que le corresponda, me trae la renuncia a mi escritorio”, agregó. Esto habría generado un nuevo roce entre los miembros del gabinete compuesto por radicales, Coalición Cívica, monzonistas, macristas duros y larretistas.
A raíz de esta advertencia, un secretario de su gobierno aseguró: “Este cree que esto es la escuela de cadetes de la Metropolitana, solo nos convoca para decirnos lo que no podemos hacer y cada vez nos saca más cosas. La próxima reunión de gabinete nos manda a comer una vez por día”.
Montenegro se pronunció el pasado 12 de febrero sobre la vacuna y a través de una carta que publicó en sus redes sociales, afirmó: “la vacuna es, en primer término, para los grupos de riesgo, nuestros adultos mayores y para el personal de salud y seguridad. También es fundamental que sigamos cuidando a quienes están en la primera línea de batalla, nuestros trabajadores y trabajadoras del sistema sanitario, tanto público como privado. Hasta que todos esos marplatenses no están vacunados no estaría tranquilo haciéndolo yo”.