“Está Quique Cabrales, pero habrá un llamado a licitación” balbuceó el intendente. Al mencionar a Cabrales (anunciador del programa) Pulti intentó calmar el rigor de la “Chiqui”, que no se amilanó y le solicitó transparencia, en el proceso plagado de irregularidades. “¿Está también Aldrey Iglesias, no? dijo Mirtha, ante un rostro desencajado del intendente que compartió la mesa con Daniel Scioli y su esposa Karina Rabollini, para quien la señora Legrand tuvo el deseo de que ambos concreten el sueño de ser padres en un futuro inmediato.
Pero no fue el único mal momento de Pulti, quien debió escuchar los reclamos de la gente que llegaron al programa, pidiendo por asfalto, reparación de baches, más iluminación y orden en el tránsito.
¿Cómo está su hija (por Estela)? Preguntó Mirtha
– “Muy bien – respondió Pulti – me dijo que me iba a preguntar por ella y no se equivocó”, recibiendo la simpática devolución de Mirtha, que acababa de entregarle el reloj de obsequio por participar de los almuerzos.
Sin dudas el clásico saludo del público en la terraza del Hotel Costa Galana, fue el mal rato más difícil de Pulti, quien obtuvo una inexpresiva recepción, por parte de la gente que acostumbra a vivar a los invitados al programa, que se emite desde el hotel Cinco Estrellas de la ciudad.