Quiero hacer un breve homenaje a su excelsa figura a 166 años de su paso a la inmortalidad. Sí, mi General, porque su figura no admite discusiones, está fuera de todo cuestionamiento y sólo puede generar dudas en quienes tienen como emblema a falsos héroes cuya tarea permanente fue el disociar a nuestro pueblo, combatir por una causa cuyo “leitmotiv” era provocar un baño de sangre en toda América Latina e instaurar “la patria socialista” cuyas consecuencias han quedado evidenciadas en los países de Europa del Este y varios del Sudeste Asiático.
Pero vuelvo a usted mi General, admirado hasta la unción, como otros tantos patriotas de la talla de Manuel Belgrano, Juan Lavalle, José María Paz, Martín Miguel de Güemes y la pléyade de guerreros de nuestra Independencia, que regaron con su sangre esta bendita tierra para darnos un destino de noble argentinidad a quienes tengamos la dicha de habitarla.
Quiero rendirle homenaje, mi querido General, con dos frases suyas que demuestran su grandeza, desinterés y cariño por su pueblo. En una dijo que nunca su espada iba a ser desenvainada en luchas fratricidas, la otra es la que está inserta en la imagen con su figura (en ambas estoy de acuerdo).
Dígame, inmenso Libertador de tres países, le pido por favor nos de una señal desde el celeste cielo que lo alberga en su paz, hoy que nuestra Nación se debate en la intolerancia y el caos… ¿cuál sería su actitud?
Los argentinos de bien estamos expectantes, queremos seguir celebrando el 17 de agosto, el 20 de junio, el 25 de mayo y el 9 de julio. Al paso que vamos va a ser fecha patria el día de la revolución bolchevique.
Lo admiramos, mi General.
Alberto Valente.
Impecable reflexión y me quedo corta.
¡¡¡SI!!!…..Va siendo hora en que los ARGENTINOS pensemos en defender a NUESTRA Patria; dejamos morir a Ancianos que la defendieron y sentamos en el Congreso de la Nacion a Asesinos autotitulados “Idealistas”.