Los grandes equipos se caracterizan por, dentro de varias cosas, no perdonar y aparecer en los momentos justos. Y fue así como lo ganó Peñarol este miércoles por la noche. Más allá de no realizar un gran juego ofensivo, sí lo hizo defensivamente donde entre Mata y Leiva sumaron 24 rebotes. Por el contrario, Quilmes, después de tenerlo a mal traer en varios momentos del partido, falló en el final y nuevamente volvió a perder ante el rival de siempre. Como hace varios clásicos que no sucedía, fue emocionante hasta segundos antes que termine.
En el arranque, después del espectacular recibimiento de parte de las hinchadas con banderas y serpentinas, el Milrayitas fue amo y señor del juego. Leo Gutiérrez empezó a comandar en el marcador con 10 puntos (2 de 2 en dobles y 2 de 3 en triples), y a marcar el camino hacia la victoria. Leiva a mandar debajo del aro y Tato a conducir mejor luego de un tibio arranque. Enfrente, el Cervecero no arrancó certero. Los 6 puntos de Assie y los 3 de Edwards señalaban el bajo rendimiento del equipo por la férrea defensa local. En ese mismo cuarto la diferencia llegó a ser de 11 (26-15) pero un doble Tricolor sentenció el primer parcial 26 a 17.
Los 10 minutos siguientes esbozaron una reacción de Quilmes. Encolumnados en el marfileño (11 puntos) y Esteban López (5), los de Esteban De la Fuente se acercaron en el resultado y empezaron a estar en partido. Los de Sergio Hernández bajaron considerablemente su ataque y se notó en el tablero. Sólo 14 unidades para el local. Una bandeja del capitán Cervecero logró el empate en 38 pero 2 libres de Tato le regresaron la ventaja a Peña.
Al regreso de los vestuarios, dos triples consecutivos de López pusieron por primera vez adelante al Tricolor (46 a 42) pero rápidamente llegó la respuesta del rival con dos tiros exteriores de Rodríguez y Vega para volver a estar arriba. Casi sin Edwards en cancha, por tener 3 faltas, a la visita le costó generar juego y se fue perdiendo por 5 de cara al último cuarto.
Con un parcial de 11 a 0 (63 a 59), los Quilmeños arrancaron como una tromba el tramo final del juego y con el brazo caliente de Brice Assie nuevamente volvieron a estar en ganador. No alcanzaron ni a festejar que llegó la réplica del Milrayitas con 9 puntos a favor y nada en contra (68 a 63).
Aparecieron las tapas de Leiva, Gutiérrez y Mata para hacer estallar el Polideportivo pero igualmente los dos siguieron defendiendo bien. Sólo que Quilmes pagó caro los errores ofensivos. Después que el escolta norteamericano clavara un triple con tablero y lo dejara a 2 unidades del local, despilfarraron la chances de empatar e ir al suplementario. Assie tiró un triple apurado donde Woodward agarró el rebote pero se fue afuera. En la reposición, Martín Müller no encontró compañía y le regaló la pelota a los adversarios. A todo esto, el escolta de Peñarol se apoderó de 4 libres seguidos, por un foul a él y un técnico a De la Fuente y sentenció la cuestión.
Sexta victoria consecutiva contra Quilmes del actual puntero de la Zona Sur. El clásico más emocionante de lo que va de la presente temporada pero con un final repetido y merecido. Apareció cuando tenía que aparecer y el triunfo se quedó en casa. Mientras tanto, en el Islas Malvinas aparecía una bandera diciendo: “Hijo, al Super 8 te invita papá”. No está lejos de ingresar pero igual tendrá que lucharla Quilmes si quiere entrar al torneo que se realizará en Mar del Plata en diciembre próximo, y claro, con su clásico rival como organizador.
Síntesis:
Peñarol 75
Sebastián Rodríguez 17; Brian Woodward 15; Marcos Mata 10; Leonardo Gutiérrez 15 y Martín Leiva 9 [FI] Sebastián Vega 7; Raymundo Legaria 2; Alejandro Diez 0 y Alejandro Reinick 0.
DT: Sergio Hernández
Quilmes 68
Martín Muller 9; Carl Edwards 13; Nicolás Romano 2; Brian Assie 25 y Jason Keep 4 [FI] Juan Cangelosi 0; Leonardo Peralta 0; Esteban López 15 y Dragan Capitanich 0.
DT: Esteban De la Fuente
Parciales: 26-17/ 40-38/ 57-52.
Árbitros: Pablo Estévez y Sergio Tarifeño.
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas.
Por Maxi Ibáñez
Bien, Maxi, me gustó. No entendí lo de falta técnica a De la Fuente. Un abrazo maestro!