Mar del Plata mostró su capacidad de movilización (lo que no ocurre frecuentemente) en la convocatoria de la protesta, que en su punto máximo superó las 10.000 personas, quienes se manifestaron no sólo contra una eventual reforma constitucional con la cláusula de reelección, sino que también lo hizo contra la inseguridad, la corrupción y la inflación.
La convocatoria que se realizó a través de cadena de mails y redes sociales, abarcó a ciudades de todo el país. En nuestra ciudad el punto de reunión se fijó frente al Hotel Hermitage (Sarmiento y Boulevard Marítimo) lugar emblemático de operaciones del oficialismo nacional, provincial y municipal, cuyo propietario es Florencio Aldrey Iglesias que les brinda protección periodística a través del Multimedios La Capital, a cambio de negocios con bienes concesionados del Estado, en los que claramente pueden identificarse el gobernador Daniel Scioli y el intendente Gustavo Pulti
Exactamente a las 20.00, se puso en marcha la cabeza de la caravana, que ocuparía media hora más tarde una extensión que iba desde Rivadavia y Patricio Peralta Ramos hasta Lamadrid, con un factor de ocupación del 50 %. La multitud se desplazó por Rivadavia hasta Hipólito Yrigoyen, por ésta hasta Luro, retomando hacia el Monumento al General San Martín, en ese lugar ya se encontraba un gran número de personas portando banderas argentinas, el símbolo distintivo y excluyente de la concentración. No hubo estandartes ni banderías políticas y gremiales. Fue claramente una demostración explícitamente popular, que podría considerase en su gran mayoría a trabajadores y miembros de clase media, cuya tolerancia ha alcanzado un límite.
Durante la marcha pudo observarse una apreciable cantidad de jóvenes y familias, dispuestas a demostrar su descontento por muchas medidas y declaraciones del oficialismo. Cacerolas, tapas, utensilios de cocina, bocinas, redoblantes y silbatos, entre otros elementos de percusión pudieron observarse. Ingeniosas pancartas con leyenda anti K eran enarboladas con condenas a Cuba y Venezuela, a la corrupción del gobierno y fundamentalmente reclamando seguridad y justicia. Era también muy notorio que un gran número de adhesiones partían desde balcones, bocinas de autos que quedaban detenidos por la marcha y por vecinos que espontáneamente se acercaban al cordón de la vereda para aplaudir el paso de los manifestantes.
Los hits de la noche pasaron a ser “Yo no la voté”, Yo no la voté”, “Se va a acabar, se va acabar, la dictadura militar”, “Cristina afuera, esto no es Venezuela”, todo en un marco pacífico de participación, en el que se abrazó millones de argentinos en todo el país. No se trató de una marcha contra la resolución 125, y ese conflicto sólo limitado al sector agropecuario.
El masivo rechazo público hizo su paso frente a la Municipalidad a las 20.30, el despacho municipal y las oficinas sobre Yrigoyen mantenían sus ventanas con las cortinas levantadas y luces encendidas, que se apagaron exactamente a las 21.00.
A las 20.45 la gran cantidad de gente obligó a cortar el tránsito sobre la Avenida Luro, desviándose los recorridos del transporte urbanos de pasajeros. Es de destacar que fue nula la presencia policial y sólo un móvil se hallaba estacionado con sus balizas encendidas en San Martín e Yrigoyen.
Otro dato no menor, es que poco antes de finalizar el acto a las 21.15, unos 2.000 asistentes cantaron el Himno Nacional frente a la Municipalidad a cuyo término estallaron en aplausos y en el grito de Argentina !!!, Argentina !!!
Kris, la gente está muy loca.
En realidad lo q se cantaba era “Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura de los K”