Política

Más solo que perro malo: los abogados de De Vido renunciaron a todas sus causas

Los históricos abogados de Julio De Vido, que acompañaron al ex ministro en sus múltiples causas de corrupción, renunciaron hoy a todas sus defensas. Lo hicieron a una semana de que comience el juicio oral por Once, el caso más sensible contra el ex funcionario, ya que se investigan las responsabilidades por el accidente que causó 51 muertes.

El tribunal oral N°4, que pautó el inicio del juicio de Once para el 27 de septiembre intimó mediante un oficio a que De Vido presente un nuevo abogado defensor en el término de tres días para no dilatar el proceso.

“Por motivos particulares que ya hemos hecho presente a nuestro cliente, informamos que a partir del día de la fecha renunciamos a su defensa”, señalaron los abogados Adrián Maloneay y Julio Virgolini en el escrito que presentaron hoy en Comodoro Py al que accedió este medio.

Según aseguraron a La Nación desde el entorno De Vido, al ex funcionario lo tomó por sorpresa la decisión. “Fue una decisión unilateral de parte de los abogados”, señalaron y reconocieron que “las relaciones entre los letrados y los clientes no son siempre fáciles”.

Sin embargo, en el escrito que presentaron a la Justicia desde el estudio Virgolini & Maloneay manifestaron: “Existe una decisión, adelantada por nuestro cliente, de sustituirnos en su representación”. “Por diversos motivos esa decisión se conjuga con la nuestra, en el mismo sentido”, agregaron.

Los motivos ante la Justicia

Los abogados relacionaron la decisión de apartarse con el devenir de las causas y alegaron que “ha quedado en evidencia en el trámite de la mayoría de las causas, desde su inicio y a través de todas sus instancias, que la defensa no ha tenido la oportunidad real de contar con un proceso regular y respetuoso”.

Respecto a Once, la causa más caliente contra el ex ministro, manifestaron: “Las características del proceso que está llevando a De Vido a juicio oral vulneran todos los mandatos constitucionales que regulan el proceso penal y el derecho de defensa y aseguran que el desarrollo del proceso se reduce a un ritualismo vacío que tiene por objetivo sólo la condena de Julio De Vido”.

“Nuestro cliente fue traído la instancia de juicio oral a consecuencia de acusaciones construidas en un juicio anterior del que no fue parte y en el que no tuvo oportunidad de defenderse. Los cargos allí formulados se le trasladaron en forma automática y encontraron en la etapa de instrucción una sistemática negativa a examinar sus planteos, proveer las pruebas que requería y atender a sus pedidos de revisión de las decisiones adoptadas”, añadieron.

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