Como fue anticipado por Transport & Cargo en la pasada edición, el directorio del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén (CGPQ) aprobó por mayoría el contrato con un grupo de empresas privadas de capital nacional para la construcción de un tercer elevador de granos en la estación marítima local. La inversión se estima en $ 300 millones.
“Una terminal nueva hace más sano el sistema. Creemos en la competencia y en la necesidad de mejorar permanentemente los servicios del puerto”, dijo el titular del ente portuario, José Luis De Gregorio.
La terminal de última generación cumplirá con todas las normas de seguridad vigentes y se realizará en seis etapas. Se ubicará en el giro 0 de Puerto Quequén, frente a la empresa Ponal, y tendrá dos frentes de carga; en el sitio uno. En el futuro, se construirá un muelle que podrá realizarse luego de la profundización y ampliación del canal del puerto.
La concesión es por 35 años, con otros 10 de prórroga, y, al término de los plazos convenidos, las instalaciones quedarán para Puerto Quequén.
El grupo inversor, compuesto por las firmas Alea y Cia. S.A., Lartirigoyen y Compañía S.A, A & J Nari S.A, Financial Net SA y E- Grain S.Alideran, deberá constituir, en el plazo de 30 días, una sociedad que será la que explotará el elevador portuario. El mismo funcionará bajo el régimen de servicio público y estará a disposición de las pymes. Este sector en la actualidad encuentra dificultades para la elevación, en los otros únicos elevadores de servicio público existentes, que son los de Quequén y Bahía Blanca, que pertenecieran a la ex Junta Nacional de Granos y que, desde los años ‘90, se encuentran concesionados a un consorcio de exportadoras multinacionales.
Por etapas
Se estima que el complejo estaría en funcionamiento en 14 meses. En una primera y segunda etapa, el elevador contará con sus áreas de recepción, almacenaje y embarque en el sitio 1, que se hará con la modalidad de carga directa y continua, a través del sistema de pescantes. La capacidad de embarque, finalizadas estas etapas iníciales, será de 1.200 toneladas/hora.
El almacenaje estará conformado por silos y celdas. Su capacidad inicial cercana a las 100.000 toneladas, será ampliada en las etapas posteriores, previendo una cantidad final superior a las 150.000 toneladas.
Toda esta actividad, generará nuevas fuentes de empleo. No es casual que los gremios nucleados en la Unión Ferroviaria y la Asociación del Personal de Dirección de Puertos Argentinos hayan destacado públicamente “las gestiones realizadas para la radicación de una nueva terminal portuaria, que provocará numerosos puestos de trabajo, en forma directa e indirecta”.
Los gremios expresaron en una solicitada que “los trabajadores portuarios celebramos la mayor inversión privada de los últimos 50 años. La radicación de esta terminal portuaria y una inversión que traerá aparejado más trabajo, mayores servicios, más logística y por ende eficiencia”.
Desde la llegada de José Luis De Gregorio a la presidencia del CGPQ, se acumularon importantes logros. En 2012 se llevó a cabo el llamado para el dragado de mantenimiento; y la licitación en su primera etapa, de profundización, junto a la creación del fideicomiso con el aporte de un dólar por tonelada para la modernización del puerto. Esto se dio en el contexto de una notable inserción internacional de Puerto Quequén a partir de la presencia de De Gregorio en misiones presidenciales al exterior, congresos y seminarios especializados. Allí, el presidente del CGPQ pudo mostrarle al mundo un puerto en crecimiento, que además logró un récord de carga al superar las 7 millones de toneladas operadas durante el pasado año. Ahora, la aprobación para la construcción de esta nueva terminal, duplicará la capacidad de almacenaje en el interior de recinto portuario, con un aumento del volumen operado e ingresos adicionales por otros $ 100 millones, que serán reinvertidos en obras.