Después del nefasto episodio que le tocó vivir el sábado luego de que su perro fuera envenenado con un hueso en Rodríguez al 200, la ex tenista tandilense Mariana Pérez Roldán, aseguró que la persona que arrojó el veneno “es un peligro para la sociedad”.
La deportista contó que “salimos de mi casa, cruzamos la Plaza Independencia y fuimos caminando por Rodríguez. Ibamos descendiendo por Rodríguez y al llegar al 200, nuestro perro agarró un hueso que estaba en un cantero y a las dos cuadras se empezó a descomponer”.
“Estuvo atento mi marido que se lo sacó de la boca, era un hueso grande. El perro se empezó a caer, y por eso levantamos el hueso y el lunes (por hoy) lo llevaremos a analizar al Departamento de Toxicología de la Universidad”, explicó en diálogo con El Eco de Tandil.
En su cuenta de Facebook, luego de una infinidad de mensajes de personas solidarizándose por lo sucedido, Mariana Pérez Roldán escribió: “Gracias a la rapidez y el esfuerzo de mi marido, quien lo cargó en brazos durante cuadras hasta la veterinaria de Richieri 374, cuando Toro empezó a desorientarse y caerse, y la acción profesional de Paula Ribas, de Sabuesos, nuestro perro está en casa con un catéter, pero a salvo” y agradeció a la gente por “tanta solidaridad”.
Evolución favorable
Contó que ni bien la veterinaria vio el estado en que se encontraba el animal, les dijo que lo debían dejar internado “porque era envenenamiento y no se sabía si se iba a salvar. Le hizo un lavaje, lo dejó internado con suero y confirmó que fue envenenamiento”.
“Todavía está con el catéter pero evolucionando favorablemente. Ya lo trajimos a casa, y de a poquito está tomando agua y comiendo. Está mejorando. Aparentemente ya está fuera de peligro”, expuso.
Apoyo solidario
Mariana Pérez Roldán destacó la repercusión que tuvo lo sucedido en Facebook, ya que más de 500 vecinos le escribieron brindándole apoyo. Dos de las personas que le escribieron la pusieron en conocimiento de “dos casos de un gato y un perrito desaparecidos esta semana pero no puedo confirmar si es lo mismo, sí que sucedió en Rodríguez al 200”.
“La verdad que el apoyo solidario que recibimos fue inmediato. Hay que tener en cuenta que así como el perro agarró el hueso, lo podría haber hecho un nene u otra persona. Después con mi marido recorrimos toda la calle caminando, recogimos todo lo que encontramos en el piso, pero lo único que nos pareció que pudo haberlo envenenado fue el hueso”, indicó.
De cualquier modo, sostuvo que “el perro otra cosa no comió, tiene que haber sido eso sí o sí y por las características que nos transmitió la veterinaria, nos aseguró que había sido envenenamiento”.
“No sabíamos qué le pasaba”
La deportista explicó que estaban “muy asustados porque que un Boyero de Berna se empiece a caer de ese modo, como que se desvanecía, estaba desorientado, perdido, no sabíamos qué le pasaba”.
“También pensábamos que había sido una descompensación por salir a caminar, no entendíamos nada. Mi marido lo cargó en brazos y lo llevamos a la primera veterinaria que teníamos cerca que lo atendió muy profesionalmente, de forma inmediata, y dijo enseguida que eran las características de envenenamiento”, aseveró.
En tanto, recordó que el coordinador de Copecos, Santigo Romay, hizo la denuncia en la comisaría Primera. “yo estoy como testigo y la veterinaria también está dispuesta a atestiguar”, manifestó.
Por otro lado, consideró que la persona que fue capaz de hacer algo de tal crueldad, es “un peligro para la sociedad en sí, no solo para los animales”.
“Yo entiendo que pueda haber gente a la que le guste o no, que ame o no los animales, pero también le podría haber pasado a un sobrino, un hijo o mismo que se hubiera muerto nuestro perro después de que uno le brinda tanto cariño y amor y dedicación”, finalizó.