Desde el pasado 24 de septiembre de 2022, la zona roja de Mar del Plata se mudó a la Avenida 10 de Febrero -un barrio alejado del centro- por directiva de una ordenanza, lo que despertó quejas vecinales y de las trabajadoras sexuales.
El nuevo destino de la relegada zona roja está rodeado de barrios, pero ninguna casa frentista y es por ello que fue trasladada allí, tal y como lo solicita la ordenanza. Rodeada de dos cementerios y cerca de un predio de residuos, el nuevo lugar de las trabajadoras sexuales es, según los vecinos, “una zona peligrosa”.
Ahora, un fallo de la Justicia Federal vuelve a poner bajo la lupa el área destinada al ejercicio del trabajo sexual. Es que los jueces Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez, falló a favor de la apelación planteada por Gustavo Vera, Director Operativo del Comité Ejecutivo de Lucha contra la Trata y la Explotación de Personas, avalando la capacidad procesal de este organismo público para poder realizar acciones de amparo contra la zona roja.
Desde el organismo y la justicia cuestionaron la normativa porque permite la aplicación de multas y la privación de la libertad de personas que “podrían ser víctimas de explotación sexual, contradiciendo la legislación nacional e internacional a la que adhiere la Argentina”. Lo cierto es que ello no colabora con el desempeño de las trabajadoras sexuales independientes que realizan la actividad por elección e incluso las victimiza.
Vera apuntó hacia el intendente Guillermo Montenegro y sostuvo que un municipio “no puede echar por tierra todos los tratados internacionales, las leyes nacionales y la política de Estado para combatir la trata de personas, promoviendo y facilitando la prostitución y persiguiendo y castigando a un colectivo vulnerable que resulta ser, generalmente, víctima de todo tipo de improperios, incluso, como en este caso, por parte de un Estado municipal”.
Así, a partir de este nuevo fallo, el juez de primera instancia, Alfredo López, deberá pronunciarse y resolver sobre la cuestión de fondo del amparo interpuesto.
En tanto, denunciario que mientras transcurre el tiempo hasta llegar a una decisión final, “las fuerzas policiales ya han cometido atropellos puntuales” contra personas que ejercen el trabajo sexual o “simplemente por el hecho de ser transexuales, transgéneros o travestis, personas que, en muchos casos, pueden ser víctimas de explotación sexual y trata de personas, incurriendo en una revictimización de las mismas”, señalaron.
El reclamo de trabajadoras sexuales y vecinos
Como señaló Infocielo, las trabajadoras sexuales realizaron una serie de movilizaciones frente a la Municipalidad de Mar del Plata en contra de la medida de traslado de la zona roja. Desde la Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual escracharon a funcionaros del PRO y de la UCR: “Están a favor de la criminalización de las trabajadoras sexuales. Es un tema de derechos humanos y nadie nos presta atención”, marcaron.
En las movilizaciones señalaron que ellas ofrecieron alternativas a la nueva zona roja propuesta. Uno de los lugares que sugierieron desde la red es la Avenida Champagna, un lugar donde históricamente se ha desarrollado el trabajo sexual. Los otros lugares son la Plaza Rocha. la zona de Luro, entre las calles Chile y Tierra del Fuego, y la Ruta 88 en el acceso a la ciudad.
Por su parte, un grupo de vecinos reclama en contra de la nueva zona roja y apoyan el reclamo de las trabajadoras: “El lugar no es el correcto, es mandarlas a la muerte, como ellas dijeron”, exclamó Lucía, una de las vecinas. “El Municipio tienen que cuidarlas, ponerlas en lugares correctos, no ponernos vecinos contra vecinos porque ellas también tienen familias, tienen hijos y hacen este trabajo porque tienen que sostener a sus familias”, agregó la vecina.
La nueva zona roja estará delimitada y si alguna trabajadora sexual se encuentra por fuera de la zona, los vecinos podrán denunciarla a través de un contacto de WhatsApp y las multas son de hasta 800 mil pesos. En este sentido, las trabajadoras sexuales denunciaron una persecución.
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