A nadie se le escapa que nuestra ciudad es el campo de batalla diseminada como nunca en tribus políticas, donde peronistas, radicales, libertarios, macristas, socialistas y todos los “ismos” están lanzados hacia el 2025 en principio, pero que luego apuntan al 2027, para entrar en la siguiente fase.
En manos de segunda y terceras líneas (por lo menos) se configuran el intendente Guillermo Montenegro y el gobernador Axel Kicillof, quienes no seguirán ni en la intendencia ni en la gobernación, no tienen más reelección, Ya se habla de actos que serán zona liberada de la policía. Y tenemos antecedentes en un balneario del Sur que fue un escándalo nacional con presencia policial contratada.
Sería interesante que el Concejo Deliberante se involucre en el tema a través de una convocatoria de su presidenta Marina Sánchez Herrero, la esposa del senador nacional Maximiliano Abad, involucrado en otro escándalo partidario político. El oficialismo que se volvió millonariamente permeable, a votar excepciones y compensaciones, haciendo uso y abuso de su mayoría propia. Un espacio donde juegan el PRO, UCR, CC y LLA. Un mejor uso sería una mera acepción “a lo que abunda no daña”. Es necesaria una voz de la política responsable: Montenegro y Kicillof tienen la palabra.
Se conocen recientes emprendimientos de Karina Milei a los cuales se les asignan nuevos presupuestos que nutren a la casta política, cuyos recursos se desconocen no sólo en sus límites sino también sus recursos económicos. Ya en la historia de los argentinos saben cómo terminan estas historias, ensayos y aventuras. No se olviden de Isaurralde por ejemplo.
Durante la temporada alta, cada metro cuadrado de arena de Mar del Plata, cada grado de temperatura, el conteo de los turistas que ya se calculan en millones de personas en la ciudad del sí, no resultan en absoluto compatibles con el impacto social que está provocando el inconmensurable ajuste que ha recaído sobre clases sociales indefensas, y que involucran recesión, pobreza y desocupación.
Algunas voces ya han comenzado a dar cuenta de hechos de violencia, que lamentablemente en temporada alta tendrán episodios en General Pueyrredon, donde aglomeraciones y manifestaciones suelen sobrepasar las decenas de miles de personas.
Recientemente el mejor clásico del basquet argentino debió ser suspendido a 2 minutos del final por enfrentamientos entre los hinchas a ambas parcialidades. La APREVIDE ¿parcial? reaccionó con sanciones: Suspensión de espectáculos con público. Debería por lo menos protegerse, que el poco probable éxito de la temporada turística no deteriore aún más un oxígeno económico imprescindible para la actividad de toda la ciudad. No hay que imaginar lo que cotizarán los espacios para el estacionamiento de los autos.
No es bueno para nadie que circule un cartel con la leyenda “Mar del Plata abstenerse”.
Que Dios le guarde la firma a Bernardo Martín responsable del EMTUR y C, en relación a medidas de seguridad, capacidad de las salas de espectáculos en sedes cubiertas y las tan promocionadas fiestas al aire libre.
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