Conmoción internacional por el ARA San Juan, un apagón gigantesco por una avería en una línea de 500 KV, con 5.000.000 de bonaerenses afectados que abarcó toda la ciudad, sin que todavía se conozcan las causas, un meteoro que dejó a Mar del Plata a expensas de su precariedad estructural, con la misma carencia de información pública, con el agravante de más de 100.000 turistas en la ciudad. Un militar que se acuesta a dormir, luego de haber circulado con un cadáver debajo de su auto por más de un kilómetro. Siguen preguntando en toda la Argentina ¿Qué pasa en esta ciudad?
Una buena manera de combatir el tedioso viaje de regreso desde China, es entretenerse con más problemas que los que tiene en toda su Provincia de Buenos Aires. Mar del Plata le hace ese desalentador aporte a la gobernadora Vidal, que tiene más problemas que con La Matanza. No es un detalle, que CAMBIEMOS es gobierno con el poder del 50 % de los votos, con una oposición demolida y sin capacidad de reacción inmediata. El problema no es nuevo, pero ya no da para más, salvo que predomine la mediocridad y la resignación.
Hubo como un preanuncio de inauguración de temporada alta, a cargo de la gobernadora, prevista para esta semana. Todo está demorado. La lluvia, el granizo y vientos de 100 km/h arrasaron la playa pública de Mar del Plata te hace feliz, no quedó nada. El aparato no tiene coordinación, no están sincronizados y la activa quinta columna no descansa cuando se le abona el terreno, todo lo vuelve más difícil, complicado. CAMBIEMOS apostó fuerte a la ciudad, queda la sensación que todo resulta insuficiente.
Recursos, planes, funcionarios, logística, promoción, fondos provinciales y nacionales, no obstante no hay aciertos con la gobernabilidad ni la gestión. No se trata de cortoplacismo, pero la demanda es creciente, dado que los 12 años del gobierno anterior, sembraron clientelismo y un déficit exorbitante, muy rebelde para poner en caja. Cortar privilegios, exenciones y excepciones, nadie las acepta, genera rechazos y reacciones adversas, sin entrar en las precisiones de los detalles que contiene el presupuesto 2018, dado que se carece de información sobre los alcances de los mismos.
Arroyo consumió el 50 % de su complejo turno, en una coyuntura crucial, lejos de aparecer, las soluciones no llegaron y hasta hay incompatibilidades políticas en la instrumentación dentro de la propia coalición que forma parte del gobierno. La oposición anémica, accede a un crédito que ya tiene agotado por la ciudadanía, no obstante, por omisión, se la reanima desde un páramo. El contundente respaldo de la elección legislativa, no merece que se despilfarre ese cúmulo ratificado de apoyo ciudadano.
En horas cobrará otra dimensión la estructura deliberativa. Los triunfos en 2015 y 2017, engordaron CAMBIEMOS, todo debería resultar menos intrincado, más llano y procedente. Ello no ocurrirá hasta que los mismos que han participado en la mesas de las decisiones hasta el 2015, hoy permanezcan atendiendo en el mismo mostrador, no resiste la razonabilidad política. No cabe bajo ningún argumento y allí radican los problemas. Nada van a arreglar, cuando no forman parte de la solución. Nos azoramos, cuando jefes de delincuentes manejan las bandas desde la cárcel o el “Caballo” Suárez detrás de las rejas imparte órdenes en su sindicato. Cuando un proxeneta o una madama desde el exterior regentea un prostíbulo. El asombro por lo tanto es sólo relativo.
Hace una semana, desde esta misma columna hablábamos de la Mar del Plata en modo tutorial y por carácter transitivo. No alcanza, como tampoco alcanzaron otros experimentos anteriores. La profunda decadencia marplatense se manifiesta en todos los órdenes. La economía que todo lo condiciona es un largo camino, que no sabe de pausas, sino de esfuerzos, racionalidad, eliminación de gastos improductivos de todo tipo. La Nación y la Provincia han emitido señales, en General Pueyrredon nadie se hace cargo. El intendente Arroyo hizo lo que pudo, aunque por la gravedad del cuadro debió haber sido mucho más, aplicar sobredosis sin contraindicaciones.
Este engendro de policías locales con provinciales, superpuso gastos escalofriantes, colocación de cámaras con muy pocos resultados. Duplicar hasta llevar a U$S 4.000.000.- el precio mensual de la recolección de residuos es un despropósito. También lo es el tratamiento de los residuos urbanos, que arranca en la separación en origen, pésimamente instrumentada desde la gestión anterior.
Casi con el diálogo cortado con el Sindicato de Trabajadores Municipales, bajo tensión permanente por el exceso de los gremialistas, los guardavidas que no bajarán a las playas,( y no estamos en junio sino en diciembre) con empresarios de la explotación turística, que rechazan que se afecte el fondo de promoción turística al pago de esos servicios en playa. Son indicadores que se ha fomentado y auspiciado bajo el desorden.
Esta vieja estratagema, de la extorsión mediática de productores del Fútbol de Verano y de los productores teatrales, exigiendo prebendas con la protección en sociedad del multimedios La Capital. Una temporada alta que se avecina con expectativas desmedidas, a partir que retrae que tanto Navidad y Año nuevo caen en lunes, como también que Chile, Uruguay y Brasil esperan récords de turistas argentinos.
Es una afrenta a marplatenses y turistas que no se recolecten la basura en la vía pública, porque no está garantizada la seguridad en el predio de disposición final de residuos, cuando se han formado más policías en una estructura local. Si además de ser improcedente, hay diferencias por el valor de la hora/hombre, hay alguien que está de más, qué sobra. Cuál es el manejo de todo el sucio paquete de la basura desde su recolección, quién opera el tratamiento y disposición final de los residuos. Es todo una degeneración que ahora también incluye hasta la policía. No se puede hacer más daño. Es insólito.
Jorge Elías Gómez
Este es un gobierno municipal a la deriva. Están hundiendo a mar del plata