A pesar del esfuerzo de los funcionarios políticos y jefes policiales en demostrar mediáticamente que están trabajando en pos de la seguridad de los vecinos de esta ciudad, la realidad los pasa por encina y pone al descubierto que la ciudad está cada vez más peligrosa e insegura.-
Habrá muchos factores que conllevan a esta situación, pero lo más grave es la actitud e inacción de los funcionarios políticos, intendente, gobernador y jefes policiales locales, en no asumir la realidad imperante y trabajar honesta y seriamente para resolverla.-
Es incoherente y peligroso que la nieguen o pretendan armar megas y costosos operativos mediáticos para fingir su preocupación u ocupación en el tema.-
Mientras los trabajadores policías denuncian la falta de medios y de elementos esenciales para poder trabajar y reclaman frente al palacio Municipal por mejoras en sus condiciones laborales, los vecinos, impotentes ante la situación, comienzan a hacer justicia por mano propia, lo que marca un grave descrédito hacia las instituciones.-
La inseguridad ya dejó de ser un problema de los barrios periféricos de la ciudad o de una clase social determinada.-
La situación actual de inseguridad no se resolverá abriendo nuevas escuelas de policías, sino que es necesario realizar los esfuerzos para contar con una policía profesionalizada, bien paga y con los elementos para desarrollar su tarea primordialmente de prevención del delito.-
Asimismo es imprescindible abordar el problema de la inseguridad en forma integral, resolviendo las causas que la producen y no solamente reproduciendo y lamentando las consecuencias que nos acarrea.-
Es imperioso garantizar a todos el pleno goce del derecho humano a la seguridad integral, y no solamente a los que pueden pagarla. La seguridad integral es aquella que garantiza a tod@s l@s habitantes el derecho al trabajo, vivienda digna, educación, salud, justicia, entre otros derechos consagrados constitucionalmente.