Tras la militarización de la región sureña de Araucanía y el endurecimiento del gobierno de Sebastián Piñera, más la designación del general Javier Iturriaga del Campo como Comandante en Jefe del Ejército, el conflicto con los mapuches se agravó, a punto tal que presuntamente la organización Weichan Auka Mapu difundió por las redes sociales un video en el que se exhibe en forma amenazante armamento, como respuesta a los tiroteos de la víspera en Cañete.
Durante algo más de dos minutos se puede apreciar que más de 20 individuos encapuchados y con vestimenta militar como guardia armada disparan, y uno de ellos, con voz distorsionada, se dirige a la cámara para “instar a esta nueva fuerza policial y militar a hacer abandono de nuestro territorio, porque serán derrotados por la fuerza del pueblo mapuche en armas”.
Esta demostración de resistencia se hizo un día después de una serie de tiroteos entre desconocidos y personal de la Armada en la zona de Cañete, provincia de Arauco, región del Biobío, a 635 kilómetros al suroeste de Santiago de Chile, cuando pobladores mapuches realizaban una marcha contra la militarización.
El saldo de la refriega fue una persona fallecida, tres heridos y dos detenidos.
Ante el pedido de La Moneda de extender el estado de excepción en las provincias de Malleco y Cautín, en La Araucanía; y la de Arauco en el Biobío por 15 días más, la presidenta de la Convención, Elisa Loncon, hizo un llamamiento a los parlamentarios para que no la aprueben: “La opresión no es a perpetuidad, los pueblos se liberan. Y nosotros estamos tras esa liberación”, sostuvo.
La representante mapuche propuso, asimismo, que la Comisión de Principios Constitucionales no realice actividades en la zona de Cañete, advirtiendo problemas de seguridad para los convencionales.
Los escaños reservados, por su parte, llevaron una carta a La Moneda para que ponga “fin a la militarización del Wallmapu” y evalúan no asistir al viaje programado a la región del Biobío para la última semana de noviembre.
Fue en el marco de una sesión extraordinaria de la comisión de Derechos de los Pueblos Indígenas y Plurinacionalidad, la que había sido convocada tras los sucesos del miércoles en Cañete, región del Biobío.
Investigación de la fiscalía
Al mismo tiempo, la vocera de la fiscalía regional de La Araucanía, Daniela San Martín, explicó que “a raíz del video que circula en redes sociales la Fiscalía ha decidido la apertura de oficio de una investigación, la cual ha sido encomendada a un fiscal de la Unidad de Alta Complejidad, bajo las figuras contempladas en la Ley de Armas, particularmente en la de formación de milicia privada o de grupos de combate y otras infracciones“.
La investigación está orientada a identificar a las personas del video, establecer el lugar y día en que habría sido grabado y el origen de las armas que se observan.
Se ven fusiles Colt 603-M16A1, varios subfusiles, escopetas, fusiles de caza, AK-47 tipo 3 y posible Glock 17/19 con kit Roni y RDS.
En caso de confirmarse que se trate de WAM, el origen de esta organización se remonta a abril de 2016, cuando en varios portales de internet publicaron su primer comunicado, en el que reivindicaban más de 30 atentados registrados desde 2013 hasta esa fecha.
Los lineamientos de su postura eran: “Somos una expresión de alianza orgánica, con principios e ideales apegados al pensamiento y práctica que ejercieron nuestros antepasados en su proceso de convivencia, como también en una estrategia de resistencia digna frente al enemigo usurpador y opresor”.
La agrupación opera en la zona costera de la Macrozona Sur, específicamente entre la Región del Biobío y La Araucanía, donde a través de distintas acciones de sabotaje se atribuyen cortes de ruta y atentados incendiarios, según publica La Tercera.
La información policial y de gobierno detalla que la WAM es parte de una organización radical que se hace llamar Franja Lafquenche, que también está conformada por Antequina, Tranaquepe, Huellanos y Quidico, y que tiene control sobre el territorio de Tirúa y Cañete.
Estas “células”, como las llama en el Ejecutivo, se unen para algunos fines pero también se disputan la misma zona.